Aunque la violencia de género en el entorno laboral es un fenómeno que históricamente se ha padecido en los distintos sectores de la sociedad, el sábado pasado quedó evidenciado que los medios de comunicación no son la excepción.
Fue a través de un video (difundido en redes sociales) como se supo de la violencia laboral y de género que ocurrió durante una transmisión en vivo de “La Ranchera de Cuauhtémoc” (89.7 FM). Específica y literalmente, fue en “Cuestión de Minutos” (nombre del espacio radiofónico) que se evidenció la inaceptable conducta del locutor y director general del Grupo BM Radio, Israel Beltrán Montes.
En cuestión de minutos, Beltrán Montes, quien paradójica e irónicamente formó parte de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones contra Periodistas y Medios de Comunicación (de la LX Legislatura, C. de Diputados), ejerció -al más no poder- violencia verbal en contra de la periodista Brenda Chacón, agrediéndola insistentemente luego haber cometido un error al transmitir un mensaje de la audiencia.
Por ese error, el “profesor” (profesor normalista, según su currículum) Beltrán dirigió una sarta de comentarios y adjetivos sexistas hacia Brenda Chacón quien, actuando con profesionalismo, dignidad y ejemplaridad, se retiró de la cabina de radio.
Al conocer lo sucedido, no fueron pocas las personas que manifestaron su indignación y rechazo a la forma en la que Beltrán Montes trató a la periodista. De hecho, fue tal la magnitud de las acciones de Beltrán, que el Ichmujeres emitió un posicionamiento en el que, entre otras cosas, señala y puntualiza que no es la primera vez que Israel Beltrán Montes ha hecho chistes, preguntas y comentarios sexistas en contra de las mujeres.
Por eso; es decir, por violar flagrantemente el artículo 1o. constitucional (y por lo tanto, de las condiciones establecidas en los títulos de concesión), externará una queja ante las autoridades correspondientes solicitando -como es debidamente procedente- la cancelación de las concesiones de radio otorgadas a Beltrán Montes (que por cierto, son 11 en 6 municipios de Chihuahua, según consta en el Registro Público de Concesiones del IFT).
Sin duda alguna, la formalización de la queja del Ichmujeres es imprescindible porque, con ella, quedará un importante precedente de que no se debe -ni en nombre de la libertad de expresión ni de la la libertad de prensa- atentar contra la dignidad humana o menoscabar los derechos de las personas, como sucedió en este caso de evidente misoginia, machismo, sexismo y de violencia de género en el entorno laboral de un medio de comunicación.
Finalizo en esta ocasión, citando lo dicho alguna vez por la escritora y empresaria sudanés-estadounidense, Hagir Elsheikh: “Las mujeres enfrentan una batalla cuesta arriba; desde el sexismo y la violencia, hasta la desigualdad. En algunas áreas, se ven obligadas a lidiar con una cultura que promueve prácticas primitivas que las ponen en peligro, no solo físicamente, sino también emocionalmente.”
Aída María Holguín Baeza
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