Migración, vivienda, educación, igualdad, dignidad, libertad de expresión y, por supuesto, vida, son algunos de los derechos humanos que se abordan en el libro “Derechos humanos, una óptica editorial”.
Realizada por la Asociación de Editorialistas de Chihuahua (AECHIH) en conjunto con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la obra presentada el pasado viernes compila 21 textos del mismo número de autores (18 de la AECHIH y 3 de la CEDH) que contribuyen a generar opinión entre quienes se interesan en el estudio, defensa y promoción de los derechos humanos.
Dicho en palabras del presidente de la CEDH de Chihuahua, Néstor Armendáriz, se trata de un libro que abona a un mayor conocimiento y entendimiento respecto al papel que desempeñan los derechos humanos en nuestro entorno.
Y sí, es cierto que en el libro se hace la aclaración de que las participaciones contenidas en él son responsabilidad exclusiva de sus autores; no obstante, la pluralidad, diversidad y transversalidad de las ideas plasmadas en el libro hacen de él una obra significativa y coherente con la principal función de la CEDH, que es la de promover y divulgar los derechos humanos reconocidos en nuestra Carta Magna y en los Tratados Internacionales.
Entonces, enfatizando que cada autor es responsable de su aporte, resulta particularmente relevante que el libro sea producto del pleno ejercicio de la libertad de expresión, derecho consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ratificado en el artículo 13 del Pacto de San José y, en el caso de México, reconocido en el artículo 6o. constitucional.
Así pues, la riqueza de “Derechos humanos, una óptica editorial”, dice Luis Carlos Hinojos, director de investigación y posgrado de la UACH (comentarista del libro), radica en los diferentes enfoques que hay en sus artículos; textos en los que, a decir de la comisionada presidenta del Ichitaip, Amelia Martínez (también comentarista del libro), destaca la equidad de género (escrito por diez hombres y once mujeres), así como la excelente calidad en cada una de las 21 aportaciones.
Es pues con este libro que lo dicho por la escritora estadounidense, Angie Thomas, adquiere mayor significado en el sentido de que los libros son una forma de activismo porque a veces nos muestran un lado del mundo que quizás no conocíamos; en este caso, el mundo de los derechos humanos desde una óptica editorial diversa, plural, interdisciplinaria y humanista.
Por eso y muchas cosas más, queda claro por qué el presidente de la AECHIH, Alejandro Rueda, agradece -y como coautora, yo también- el apoyo de la CEDH para generar un documento que será ya parte del acervo literario de la sociedad chihuahuense como una obra de consulta obligada en la materia.
A modo de resumen muy personal, finalizo parafraseando lo dicho por el escritor chino, Lu Xun: Por supuesto, un escritor no puede dejar de tener su propio punto de vista. Por ejemplo, en cuanto a por qué escribo, sigo pensando como hace quince años, cuando pensaba que debía escribir para concientizar a mi pueblo y a la humanidad.
Aída María Holguín Baeza
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