Ojinaga Chih.- “No joven, ya me queda pura sin alcohol -el tendero señala el refrigerador donde las latas verde y azul comparten espacio con jugos y refrescos que tratan de llenar los huecos que la cerveza dejó-, hace una semana que ya no tengo y no he podido conseguir más, ya nomas quedan esas”.
Hasta hace dos semanas, Rubén aún tenía cervezas, inclusive lanzó la promoción de tres latones de cerveza Indio por 45 pesos, pero ahora sólo quedan las cajas vacías con “cascos” de caguamas a la puerta de su negocio, que dan la bienvenida a clientes que de cuando en cuando entran a preguntar.
En la tienda alrededor de FOVISSSTE, la respuesta es la misma de sus dueños: “ya no tengo”, y los refrigeradores estampados con los logotipos de Corona o Tecate albergan lácteos, embutidos u otras bebidas para aprovechar el espacio.
“Se llevaban lo que podían, hay un lugar donde todavía me venden cerveza, pero esta muy cara, tendría que dar la caguama en más de 60 pesos para que me salga; además, tengo que pagar el taxi para traerla y la gente ya no quiere pagarla, ya les pregunte y me dicen que no, ya por eso no traje”.