Junto con Peso Pluma, Grupo Frontera, Fuerza Regida, Natanael Cano y Eslabón Armado, León forma parte de una ola de artistas que han elevado la música mexicana a nuevas alturas de popularidad en EU
Reforma
California, Estados Unidos.- En enero de 2023, la estrella de la música mexicana Carin León se estaba preparando para un show en la Bridgestone Arena, en Nashville, Tennessee, cuando decidió que necesitaba hacer algo especial para el encore.
León creció en Hermosillo, Sonora, a unos 400 kilómetros de Tucson, Arizona. Siempre sonaba música en su casa, a menudo de estaciones de radio fronterizas que transmitían una amplia variedad de éxitos de EU, y se sabía que su padre escuchaba “Tennessee Whiskey”, de David Allen Coe, en casete una y otra vez.
“Mi hermano y yo cantábamos la canción cuando éramos niños, pero inventábamos letras diferentes porque no sabíamos inglés en ese entonces”, dijo León.
El gigante del country Chris Stapleton convirtió su versión de R&B-slow-dance de “Tennessee Whiskey” en un parteaguas en su carrera, y León, gran admirador suyo, creó su propio cover poderoso y conmovedor para su audiencia, mayoritariamente latina, en Nashville.
“Quiero que la música mexicana sea mucho más grande, esa es mi misión: quiero que la gente abra sus mentes y sus oídos”.
“Al día siguiente, la actuación se volvió viral”, dijo León. “La gente decía ‘puede cantar country, puede cantar en inglés’. Eso me dio un poco de chispa”.
León, de 34 años, ya era un ganador del Latin Grammy con miles de millones de reproducciones en Spotify antes de esa versión de “Tennessee Whiskey” y antes de lanzar colaboraciones bilingües con la estrella del country Kane Brown y el cantante de soul Leon Bridges, de escribir temas con veteranos de Nashville como Jon Pardi, Cody Johnson y Natalie Hemby, de convertirse en el primer artista latino en actuar en los festivales tanto de Coachella como de Stagecoach y de abrir un concierto de los Rolling Stones en mayo pasado en Glendale, Arizona.
“Mi zona de confort es estar fuera de mi zona de confort”, dijo León desde su suite, llena de bolsas con compras, en un elegante hotel de Beverly Hills, con su novia y su equipo a su lado. “No hay límites para la música. Sólo hay música buena o mala”.
Junto con Peso Pluma, Grupo Frontera, Fuerza Regida, Natanael Cano y Eslabón Armado, León forma parte de una ola de artistas que han elevado la música mexicana (que engloba géneros como norteño, banda, ranchera, grupera, mariachi y corridos tumbados) a nuevas alturas de popularidad en EU.
Entre esos artistas, León es, quizás, el más tradicional (rechaza las tendencias juveniles del hip hop o los ritmos del reguetón en favor de una instrumentación orgánica, tocada a mano y de balada romántica), y también el más naturalmente progresista, un cantante sumamente talentoso que rompe con las divisiones musicales y culturales con valentía y determinación.
“Carin rompe todas las reglas”, dijo Édgar Barrera, un superproductor latino y colaborador frecuente de León, en una videoentrevista. “La música regional mexicana siempre ha sido menospreciada, es vista como algo muy rural. Carin dice: ‘Somos mucho más globales de lo que crees'”.
La música mexicana y el country tienen mucho en común, pese a las aparentes divisiones culturales y políticas entre las bases de fans.
DOMINANTE DE GÉNEROS
A lo largo de su carrera en solitario, que incluye cuatro álbumes, León ha colaborado con numerosos artistas latinos, como las estrellas colombianas Camilo y Maluma; Grupo Firme, de Tijuana; Grupo Frontera, de Texas, y el rapero español C. Tangana, que rompe barreras. León le da crédito a Tangana por inspirarlo a tomar riesgos.
“Durante años no fui feliz haciendo la música que hacía”, explicó desde la parte trasera de una camioneta, de camino a interpretar “It Was Always You (Siempre Fuiste Tú)”, su dueto con Bridges, en Jimmy Kimmel Live!
“No era feliz con mis relaciones. Estaba enojado con la vida”. Todo cambió, dijo, “cuando comencé a hacer la música que quería hacer”.
León siempre ha dominado varios géneros. Estudió ópera en la secundaria y amaba a los cantantes de hard rock con voces potentes y nítidas: Freddie Mercury, de Queen; Steve Perry, de Journey, o Bruce Dickinson, de Iron Maiden (cuando hablamos, estaba pensando en hacer una versión de “Run to the Hills” o “The Trooper”, de Maiden, para el concierto de los Stones).
“Cuando era adolescente estaba en una banda de covers llamada Angry Beaver”, dijo, con una sonrisa. En ese momento tocaba en un grupo norteño, pero cantar heavy metal “era una terapia para mí”.