David Sedaca, que forma parte de un ministerio que cuenta con más de 70 misioneros en Israel, explica cómo desarrollan su labor en medio de la guerra.
Un año después del ataque de Hamás, el conflicto y la guerra están muy presentes en el día a día en Israel. La respuesta de las Fuerzas armadas de Israel a Hizbulá, los ataques desde Irán y la amenaza de un conflicto que se extienda a otros lugares genera una gran incertidumbre en la región.
En esta situación, iglesias, pastores y misioneros en Israel están reforzando su labor de atención familiar, ayuda humanitaria, o fomento del cuidado comunitario. Así lo explicó David Sedaca, vicepresidente de Chosen People, un ministerio que proclama el evangelio entre el pueblo judío en todo el mundo desde hace más de 130 años. En Israel, cuentan con 75 personas sirviendo. Muchos de ellos están “agotados por lo que esta guerra les está demandando”, incluso algunos tienen familiares alistados en el ejército. Sedaca explica de qué forma están dando testimonio de su fe en circunstancias difíciles.
Pregunta. Como ministerio que trabaja activamente en Israel, ¿de qué forma ha cambiado vuestra labor a raíz de lo ocurrido el 7 de octubre del pasado año?
Respuesta. Totalmente, ya que ahora estamos dedicándonos a suplir todas las emergencias que surgen cuando un país es atacado y está en situación de guerra. Estamos dando asistencia a familias cuando tanto el padre como la madre están enrolados en el ejército. Hay más de 120.000 familias del norte de Israel que han sido desplazadas y están viviendo en alojamientos provisionales, como son hoteles, centros comunitarios, etc. Nuestro personal misionero está ocupándose de atender a los niños que están albergados transitoriamente, enseñándoles historias bíblicas y manualidades.
Nuestros centros comunitarios están abiertos para recibir a soldados que disfrutan de pocas horas de descanso, sirviéndoles café y alimentos calientes. Asimismo, les damos acceso a nuestros ordenadores y servicio de Internet para que puedan comunicarse con sus familias. Nuestros misioneros están también acompañando a los sobrevivientes del Holocausto y que viven cerca de las zonas de guerra. La mayoría de ellos son octogenarios y nececitan ayuda para conseguir alimentos y ayuda médica. Nuestros misioneros en Siderot se están ocupando de estas personas ancianas, ya que la mayoría no tienen familiares que los ayuden y los servicios sociales de Israel están sobrecargados.