Ojinaga Chih.- Desde repartidores de comida hasta servicios de manicura, los negocios agotan sus opciones para sobrevivir a la crisis
La pandemia obligó al cierre de negocios no esenciales y confinó a la gente en sus casas, trayendo como resultado una importante baja en las ventas de pequeñas empresas, que se las han tenido que ingeniar para ganar dinero.
El temor a que el cierre de su negocio sea permanente los ha orillado a tomar la ruta contraria: salir a la calle para dar sus servicios en el domicilio de sus clientes.
La contingencia le hizo explorar una modalidad de trabajo que no había experimentado: ofrecer los servicios de su negocio a domicilio. Cuatro de sus empleadas se animaron a participar, aunque con temor de salir a la calle y contagiarse, pero la necesidad económica los obliga.
Don Pancho ideó un plan de trabajo: no más de 25 llamadas por día y que sus empleadas salgan solamente cuando tienen que llevar un servicio, “que sean conscientes que no estamos de vacaciones, que no es un juego para que cuiden su salud”.
Fue en la primera quincena de abril cuando empezaron con las entregas a domicilio y hasta ahora, cuenta el encargado del negocio, ha funcionado bien.
Las clientas que piden el servicio deben solicitar por teléfono para la llegada y salida del producto, quienes llevan cubrebocas, guantes, se lavan las manos antes de ingresar, si los atendemos en el lugar