Luego de dos horas de audiencia, el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Texas, resolvió otorgarle la sentencia
Corpus Christi, Texas.- El exgobernador de Coahuila, Jorge Torres López, fue sentenciado el pasado miércoles en una corte del Distrito Sur de Texas, a tres años de prisión por su participación en un esquema de lavado de dinero que incluye el soborno de funcionarios públicos, según anunció la fiscal federal Jennifer B. Lowery.
Jorge Juan Torres López, de 67 años, se declaró culpable el 16 de junio de 2020, pero podría pasar solamente unos meses en la cárcel por el tiempo que estuvo previamente en prisión.
La juez de distrito Nelda González Ramos le dictó una sentencia de 36 meses. El comunicado de la Oficina del Fiscal señala que al no ser un ciudadano estadunidense, se espera que Torres López enfrente un proceso de deportación una vez que cumpla la sentencia.
En una audiencia previa, la corte escuchó evidencia adicional de dos testigos, quienes describieron su relación con Torres López y detallaron algunas de las transacciones y pagos ilegales.
Uno de esos testigos fue Javier Villarreal Hernández, extesorero de Coahuila, que llegó al Gobierno del Estado en 2005, bajo la supervisión de Torres López. En 2008, Villarreal asumió como titular del Satec, cargo en el que permaneció hasta 2011, cuando renunció al puesto.
Cedió Jorge Torres a EU propiedades y cuentas
Torres López llegó como Gobernador interino de Coahuila en el 2011, cuando Humberto Moreira solicitó licencia para dirigir el Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Torres López admitió que durante su Gobierno hizo transacciones en Estados Unidos para ocultar los sobornos que recibía de Luis Carlos Castillo, apodado “El Rey de los Dragones”, quien brindaba servicios de pavimentación en diversos estados, incluido Coahuila, entregando pagos a cambio de contratos millonarios.
Como parte de su declaración de culpabilidad, Torres López cedió propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos y las Islas Bermudas.
El exgobernador fue arrestado el 5 de febrero de 2019 en Puerto Vallarta, y fue deportado el 29 de octubre de ese año a Estados Unidos.
Javier Villarreal Hernández, de 50 años, también fue declarado culpable por lavado de dinero, y actualmente tiene pendiente su sentencia.