Si uno escucha testimonios sobre las condiciones que se viven al interior del Hospital Integral del municipio de Gómez Farías, sin conocer los antecedentes, éstos sonarían a mentira.
Pero créalo, amable lector, desde hace más de cuatro años, simple y sencillamente la sede no cuenta con personal suficiente para atender a la población.
Hoy en día, la plantilla existente se enfrenta a una fuerte carga laboral, por una razón: nunca se aplicó una efectiva política de reclutamiento para sostener el recurso humano necesario para una operación integral.
Esto representa un punto negativo para las autoridades encargadas de la política de salud, si se pondera que vivimos una época de pandemia; y se conjuga con el hecho de que el acceso a los servicios de salud para otras enfermedades se vio afectado.
Ya he denunciado con anterioridad que muchos de los contratados decidieron cambiar de plaza ante un repunte de violencia en la zona.
En ese momento no hubo garantías de seguridad para ellos.
Sin embargo, resulta increíble que este problema no pudo ser subsanado en todo el quinquenio anterior, pese a los llamados reiterados de las autoridades municipales y del propio Congreso.
La responsabilidad de las plantillas completas apunta sólo a un ente: Secretaría de Salud del Estado.
Sabedores que esta afirmación puede considerarse temeraria, exponemos cómo es que la dependencia está ordenada por ley para garantizar el servicio.
Primero, la Ley Estatal de Salud en su artículo 8 menciona que es tarea de la Secretaría de Salud respecto a promover la participación de los prestadores de servicios de salud de los sectores públicos, así como de los trabajadores.
El documento, en el artículo número 50 hace mención de los derechos que tienen los usuarios tales como obtener una prestación de salud oportuna, segura y de calidad óptima, así como recibir atención profesional y éticamente responsable.
Por otro lado, si revisamos el Código Penal, en su artículo 264, se engloban sanciones de seis meses a tres años al servidor público que indebidamente niegue o retarde a los particulares la protección, el auxilio o el servicio que tenga.
El problema para completar las plantillas laborales, que atiendan a la derechohabiencia en los centros hospitalarios, no sólo es exclusiva en Gómez Farías, sino que se repite en varias localidades del Estado.
En una iniciativa reciente, me propuse ser reiterativo en que se deben garantizar los servicios médicos a la comunidad chihuahuense.
Empezando por completar las plantillas laborales necesarias para cada centro hospitalario, que exista. En cada rincón del estado.