Nuevo Casas Grandes.- A 18 kilómetros del Rancho “La Mora”, en Bavispe, Sonora, en el sitio exacto donde a principios de noviembre pasado ocurrió la masacre en la que murieron nueve personas, 3 mujeres y seis menores, este domingo hubo tres ramos de rosas blancas y rojas.
Adrián LeBarón, quien perdió a su hija y a cuatro nietos, colocó las flores sobre el plástico negro que marca el sitio de la tragedia.
“Aquí se derritió mi hija, yo le ofrezco a México las cenizas donde fue calcinada mi hija, que se vayan al aire, que se vayan a todo México para que reclamen todos los mexicanos esta masacre, aquí acribillaron a mi hija, acribillaron a cuatro de mis nietos”, dijo Adrián LeBarón.
“En la reunión estuvieron los tres viudos, y las tres abuelas que se quedaron a cuidar a los niños, a los huérfanos. En esta masacre había tres madres que tenían 26 hijos. ¿Qué quiere decir eso? Que mataron a seis hijos y quedaron 20 huérfanos”.
Reiteró la convocatoria a una marcha por la unidad de los mexicanos, para demandar eficiencia de las autoridades en el combate a la inseguridad.
Por su parte, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, se refirió a la reunión del presidente y el gabinete de seguridad con los familiares de las víctimas, calificándola de “muy exitosa”, en primer lugar, por la comprensión y el ánimo tan favorable de la familia Langford, de la familia Miller, de la familia LeBarón, dijo.
“Están al tanto de los avances de la investigación, eso genera de alguna manera tranquilidad y la certeza de que habrá justicia en este caso”, agregó Durazo, quien señaló que tiene que fortalecerse la presencia de la Guardia Nacional en esta región.
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