Debieran haber prioridades, incluso para la clase política.
Estamos a unos días de que la epidemia nos llegue con la fuerza que ha mostrado en la mayor parte de los países, esperando se presente con menor velocidad algunos miembros de la clase política creyeron llegado el momento de desatar las pasiones en el centro-sur del estado de Chihuahua.
La dirección nacional de Conagua es la responsable directa de tal entuerto. Decidió, por sus pistolas, ordenar la apertura de las compuertas de la presa La Boquilla.
El argumento, falso, es que lo hizo para “cumplir” con los compromisos del Tratado de Límites y Aguas y para dotar de agua a concentraciones humanas asentadas sobre las márgenes del Río Bravo que, se supone, están en graves problemas.
Ni se debe agua del Tratado, y lo que se debe de pagar tiene como fecha fatal el mes de octubre, ni hay crisis de escasez de agua potable en las ciudades de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, y mucho menos en las de menor población como Ciudad Mier, Río Bravo o Cd Alemán.
Los que dijeron, hace tres meses, que no tendrían suficiente agua para el presente ciclo, fueron los productores de la región de Matamoros, Tams.:
“Según los agricultores de la zona norte del estado, hasta el momento solo se tiene garantizado el abasto de agua para el consumo urbano, mientras que para el campo no hay ni para medio riego de auxilio. Así lo aseguró el gerente de la Asociación Agrícola, Leonel Soto Pérez, quien manifestó que en estos momentos por parte de las autoridades les han informado que no hay agua suficiente para las actividades del campo”. (“Lamentan escasez de agua para riego”. Nota de Arely López Galicia, El Diario de Ciudad Victoria, 2/XII/19. https://eldiariodevictoria.com/2019/12/02/lamentan-escasez-de-agua-para-riego/).
¡Vóytelas, ahí está la explicación de aquel primer intento de la Directora de Conagua, Blanca Jiménez, de presionar a fin de que las aguas del Conchos de Chihuahua resolvieran el problema!
El dirigente agrícola de Matamoros lo señaló claramente: Está garantizado el agua para el consumo humano, y lo que buscan los productores es garantizar “el ciclo de temprano 2019-2020”.
Puras mentiras.
¿En una decisión que implica los gobiernos de 4 estados y la disposición del agua de La Boquilla, en donde ya había habido problemas, la directora de Conagua la tomó sin, siquiera, comunicársela a la secretaria de Gobernación?
Y, claro ¿qué esperaban los morenistas que hicieran sus adversarios políticos?
Panistas y priistas se lanzaron en apoyo de los productores de la región. No les faltaban, ni ganas, ni argumentos, estos se los dieron quienes manejan el agua a nivel nacional ¡Híjole!
Insólito. En apoyo a los productores también se manifestaron los diputados locales y dirigentes estatales de Morena, así como el senador Cruz Pérez Cuéllar y numerosos militantes de los tres partidos.
Sólo el Delegado de los Programas Sociales del Gobierno federal, Juan Carlos Loera de la Rosa, apoyó la medida, quien, además de criticar a los opositores del gobierno federal, justificó la medida de Conagua, aduciendo que no era humanista oponerse a que se empleara el agua de La Boquilla para satisfacer las supuestas carencias de ella en la frontera tamaulipeca.
No hay evidencia alguna de tal carencia, al contrario, en los primeros meses del año, los gobiernos municipales de esas ciudades y el gobierno estatal han anunciado la construcción de diversas obras para la introducción, rehabilitación o ampliación de las redes de agua potable.
¡Ah, y claro, también protestó el gobernador Corral, pero queda en el aire si él mismo ya sabía de estas determinaciones de Conagua, incluso desde mediados de diciembre del año pasado!
Pero más allá de los problemas del agua, sorprende la insensibilidad de los funcionarios federales que, se supone, deberían tener puesta su preocupación en la pandemia.
Por otra parte, en el momento en el que Estados Unidos se convirtió en el país con el mayor número de enfermos confirmados (hasta el mediodía del sábado 28 de marzo) con más de 115 mil, mientras la pandemia se ubicaba, en ese momento, en los 649 mil, luego de que apenas el 20 de marzo se contaban 258 mil.
México alcanzó, en la tarde del viernes 27, 717 enfermos, después de, por segundo día consecutivo, obtener crecimientos diarios superiores al 20 por ciento, luego de que entre el 18 y el 22 de marzo tuvo incrementos por encima del 25 por ciento.
Instalados plenamente en la fase 2 de la contingencia -en el momento en el que aparecieron los primeros casos de contagios “locales” o “comunitarios”, esto es a los que no se les pudo localizar la fuente de contagio.
Seguramente el hecho de que el viernes llegáramos a los 717 casos y un crecimiento del 27 por ciento en 24 horas, originó el drástico cambio en la conducta del presidente López Obrador, tanto, que lo orilló a enviar un mensaje esa misma noche en la que enfatizó la importancia de “encerrarnos” y de guardar la “sana distancia”.
No se puede pecar de alarmistas, pero si el crecimiento diario de los casos en México fuese de entre el 17 y el 25 por ciento, se alcanzarían números verdaderamente alarmantes, del orden de los cinco mil para el próximo domingo, seguramente cercanos a los nueve mil en dos semanas y por encima de los 50 mil enfermos en cuatro semanas.
Seguramente esas son los escenarios que tienen las autoridades de salud; pueden ser peores, pero sí deberá establecerse que hasta ahora la estrategia adoptada por el gobierno federal, en los hechos, pareciera ser la correcta y que se puede apreciar en la forma de la curva del Covid-19 en México, en comparación con las de otros países.
Concedamos, con varios errores, especialmente los relacionados con el período de relativo relajamiento de las semanas iniciales en las que seguramente lo indicado lo indicado poner en cuarentena a todos los viajeros procedentes de China, Europa y EU.
No apresuremos juicios lapidarios.
No solamente las cifras de enfermas en México están por debajo de los realmente existentes, en todo el mundo está sucediendo y eso lo origina el hecho de que el 80 por ciento de los enfermos cursan sin síntomas, o muy levemente la enfermedad, razones por las que, ni se reportan, ni se detectan, lo que da origen al subregistro.
Tan sólo para tener una idea de la magnitud, el jueves, cuando Italia rebasaba los 60 mil casos, el director de Protección Civil de Italia calculaba en más de 600 mil los enfermos existentes en el país.
Esto podría explicar, por ejemplo, las crecientes informaciones de la aparición de “neumonías atípicas”, de las que habló el director médico de la frontera, Arturo Valenzuela Zorrilla, las que, dijo, “obedece todavía a la época, pudiera haber un algún caso de Covid por supuesto, pero podría explicarse por la época todavía en la que estamos”. (Redacción, El Diario de Juárez, 28/III/20).
Cifras semejantes se calculan en todo el mundo que, además, están influidas de manera determinante por el número de pruebas de detección aplicadas.
Y ese es un factor fundamental en la evolución nacional de la enfermedad. A mayor número de pruebas realizadas, mayor detección y mejor aplicación de los recursos para prevenir las complicaciones, así como el de la determinación de los confinamientos y aislamientos de los enfermos y el de la presentación de un número menor de decesos.
Por supuesto que la aplicación de un número mayor de pruebas está directamente relacionada con la capacidad económica del país y, también, con las determinaciones en este sentido de las autoridades. Por ello destacan los casos de China, Corea del Sur y Alemania, países que pusieron mayor énfasis en la aplicación de pruebas. Como resultado tienen un menor número de decesos.
El contraste con otros países es brutal. China hizo unas 200 mil pruebas por día, Corea del Sur realizó alrededor de 15 mil por día, pero Estados Unidos solo había aplicado unas cinco mil pruebas hasta el 20 de marzo.
Además de la aplicación de las pruebas, China aplicó una estricta cuarentena cerrando al tráfico a regiones enteras con el confinamiento de decenas de millones de personas.
Hoy casi ha regresado a la normalidad pues el número de nuevos casos es insignificante, del mismo modo que el de los decesos y posee el mayor número de pacientes recuperados. Pero decidió, además, imponer una severa restricción para los viajes.
Lo anterior, y otros hechos y datos llevan a la conclusión que el escrutinio masivo y sistemático, junto con la cuarentena inmediata, son las variables más importantes en la derrota del Covid-19 que, por ende, conllevan un dividendo mayor, el de que las repercusiones económicas son infinitamente menores.
Así, luego de la epidemia en China, diversos analistas auguran que podría alcanzar una recuperación de entre el 5 o 5 por ciento.
Pero países como el nuestro tienen, además, un problema mayor: la mitad de la población económicamente activa está en la informalidad.
¿Cómo enfrentar a la epidemia con un total confinamiento sin afectar la economía de millones de personas que “viven al día”, además de la afectación cuantiosa, del total de la economía nacional? Requieren de medidas urgentes en su auxilio.
De ahí la importancia de que la sociedad, en su conjunto, nos apliquemos en la observancia de las medidas actuales: Mantener la distancia física y el mayor grado del confinamiento. Así, podríamos retrasar la aparición de la gravedad de la epidemia, disminuir el número de casos y de fallecimientos.
Eso equivale a aplanar la curva del coronavirus en México.
Se requiere, además, del lanzamiento de un plan de emergencia nacional, global, incluyente, que abarque al total de los agentes económicos, incluso a los más poderosos, que no se pueden dejar de lado, plan que deberá contener, por fuerza, debido a que el modelo económico así lo requiere, de medidas que López Obrador ha catalogado como “neoliberales”, incluida la posibilidad de recurrir a empréstitos debido a la severidad del shock del Covid-19.
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