He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Apocalipsis 3:11.
Ojinaga Chih.- Pareciera que el Señor alerta a la iglesia de Apocalipsis y le dice vengo pronto, retén lo que tienes, para que nadie tome su corona, así se expresó en su sermón dominical la pastora Ammy Galindo, desde el pulpito de la “Iglesia La cosecha”
Cando hablamos de corona se refiere a: autoridad, poder, reinado, recompensa.
Al parecer le habla a ésta iglesia, como si estuviere a punto de perder algo de gran valor, a punto de dejar aquello por lo cual había trabajado anteriormente.
A la iglesia que le están hablando hoy en día, somos nosotros, como si hubiera cosas que el Señor nos ha encomendado para que las desarrollemos y no lo hemos hecho y otros están a punto de realizarlo, que tremendo que nos sea quitado algo que fue entregado a nosotros para su desarrollado. Pueden ser estos planes de Dios, privilegios, llamados, liderazgos, que le fueron entregados a usted pero que si se descuida o no los valora, otra persona las va realizar y entonces es allí donde otros le toman su corona.
Si tú no realizas tu comisión, Dios va a llamar a otra persona para realizarla, recordemos que: Elías no quiso enfrentar a Jezabel, y Dios levanta a Jehú para que la destruya y Jehú hizo el privilegio que le correspondía a Elías, porque ciertamente sus planes tendrán cumplimiento, ahora bien, depende de nosotros que realizamos lo que Él nos ha encomendado y si lo hacemos al final tendremos una recompensa. El Señor nos está diciendo: “vengo pronto, reten lo que tienes para que nadie tome tu corona”.
El rey David venció a un Rey en Rama y se quedó con el reino de él, se quedó con las riquezas de él, con la autoridad, con su corona por eso Dios nos avisa: agarra bien lo que tienes para que nadie tome lo que tienes, tu corona.
Nabal, este era un hombre rico, un gran empresario, trabajaba todo el tiempo era adicto al trabajo, pero pobre-rico porque siendo rico no podía gozarse el fruto de su exitoso trabajo ni a su esposa, una mujer hermosa y llena de sabiduría, pues siempre estaba pensando en el trabajo y finalmente muere. Que terrible que no nos gocemos el fruto de tanto trabajo y peor aún que no nos gocemos nuestra familia a causa de tanto afán.
Nabal, este era un hombre rico, un gran empresario, trabajaba todo el tiempo era adicto al trabajo, pero pobre-rico porque siendo rico no podía gozarse el fruto de su exitoso trabajo ni a su esposa, una mujer hermosa y llena de sabiduría, pues siempre estaba pensando en el trabajo y finalmente muere. Que terrible que no nos gocemos el fruto de tanto trabajo y peor aún que no nos gocemos nuestra familia a causa de tanto afán.
La Biblia nos declara: “Vengo pronto, retén lo que te han dado, no lo descuides, tu privilegio en Dios, tu esposa, tus hijos tu familia, tu empresa, tu trabajo secular, tu llamado, para que nadie tome tus coronas, las recompensas que Dios quiere darnos son las coronas.