Por alza en costos de las materias primas para su alimento
Renata Tarragona / Agencia Reforma
El alza en los costos de las materias primas para el alimento balanceado de vacas, cerdos y pollos afectará el precio final de los cárnicos al consumidor.
De enero de 2020 a mayo de este año, en el Valle de México, el precio de dos de los principales insumos que utiliza esta industria, maíz amarillo y pasta de soya, ha aumentado 85.7 por ciento y 47 por ciento la tonelada, respectivamente.
“Este incremento sostenido que registra el precio de las materias primas que utiliza la industria de alimentos balanceados, cuyos productos representan entre 65 y 70 por ciento de los costos de producción de un kilo de carne, y que persistirá en los siguientes meses, repercutirá en el costo final de la proteína de origen animal para los consumidores”, resaltó el Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab).
El costo de producción de un kilo de carne de pollo pasó de 21.13 pesos a inicios del 2020 a 36.54 pesos en mayo de este año, 72.9 por ciento más; mientras que la de cerdo subió hasta un 52 por ciento en el mismo periodo.
En este mismo lapso, el costo de producción de un kilo de huevo pasó de 17.32 pesos a 31.20 pesos, un incremento de 80.1 por ciento.
Datos del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) refieren que México es el sexto productor mundial de carne, con 7.42 millones de toneladas, de las cuales 3.82 millones son de pollo, 2.12 millones de res y 1.48 millones de cerdo.
“El alza de precios de las materias primas es generada por factores externos. La interrupción de algunas cadenas de producción y transporte durante la pandemia por Covid-19 fue el precursor del alza de precios de las materias primas, situación que se complicó por el conflicto que sostiene Rusia contra Ucrania.
“Esta guerra redujo el acceso mundial a fertilizantes, trigo y maíz, detonando una inflación agrícola que impacta a México, al ser un país altamente importador de granos”, señaló.
A esto se añaden los aumentos en las tarifas de transporte, de hasta el 507 por ciento; la saturación o prohibición de atraque en puertos, que pone en riesgo la disponibilidad de materia prima; así como las complicaciones por la sequía en cultivos, que afecta al 80 por ciento del territorio nacional.