Estados Unidos.- En la ciudad estadounidense de Phoenix, Arizona, se han vuelto a estallar las protestas, después de que la Policía local matara a tiros el pasado sábado 4 de julio a un joven que estaba sentado en un auto estacionado.
El joven James García, de 28 años, perdió la vida cuando agentes respondieron a una llamada de emergencia de un hombre que había sido apuñalado en junio y reportó que el agresor estaba de vuelta y lo amenazaba nuevamente.
Cuando la Policía llegó al lugar, la víctima de las amenazas de muerte contó que el hombre que lo había apuñalado tenía un cuchillo y estaba acompañado de otra persona que portaba una pistola.
Los policías se acercaron a la vivienda señalada por la víctima y hablaron con varias personas que estaban al lado, incluyendo a García, que estaba en un auto estacionado. Después de hablar con él durante unos diez minutos aproximadamente, los agentes le pidieron que saliera del vehículo, pero el joven sospechoso se negó a hacerlo, subió las ventanillas y sacó una pistola, ignorando la orden de bajar el arma.
De acuerdo con el comunicado policial, García les dijo “repetidamente” que le dispararan y les apuntó con la pistola, tras lo cual dos agentes reaccionaron y le dispararon.