Mañana será un día por demás importante en la vida de los chihuahuenses. Más de 700 mil estudiantes regresarán a clases.
No lo harán simultáneamente, pero menos de 300 mil niños, adolescentes y jóvenes -y sus padres o tutores- se movilizarán todos los días, echarán a andar múltiples factores de riesgo del incremento exponencial de la enfermedad.
Las autoridades no dieron a conocer las motivaciones científicas con las que sustentan su decisión y su dicho de que los riesgos son menores.
En el colmo, el presidente López Obrador nos llamó a “correr riesgos”, porque “en la vida siempre se corren”.
A su vez, el gobernador Corral aportó lo suyo. A poco más de una semana de dejar el cargo, resolvió dejarle la papa caliente a Maru Campos, al decretar -porque sí, porque puede-, de acuerdo con el gobierno federal, el semáforo sanitario en color verde.
Y, tanto Corral como AMLO, le adjudicaron a los padres y al personal académico la responsabilidad de la limpieza y equipamiento, en medio de condiciones económicas adversas, fruto de la pandemia y el confinamiento decretado por ello.
Al mismo tiempo, tres de los actores políticos locales con elevados niveles de responsabilidad se enfrascaron en una controversia que aparentemente tiene un alto grado de frivolidad.
No es así, el fondo de la discusión sostenida entre Javier Corral, Cruz Pérez Cuéllar -presidente municipal juarense electo- y Juan Carlos Loera de la Rosa -inminente delegado del gobierno federal- versó sobre el papel de la Guardia Nacional en la seguridad pública, la relación con César Duarte y las relaciones que sostendrán entre sí Pérez, Loera y Maru Campos.
Discusión tan agria tuvo como episodio inicial el intercambio de palabras entre Cruz Pérez Cuéllar y el Fiscal del Estado, César Peniche.
A tema tan deplorable regresaremos.
Antes vayamos al regreso a clases.
A la extendida noción de que los niños no se contagian, o de que de contagiarse no hay repercusiones notables en su salud, algo en lo que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, ha insistido tercamente, y que es su principal argumento para aprobar el regreso a clases, se alzó la voz -nuevamente- de la investigadora de Microbiología y jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, quien es autora de una de las obras más críticas del manejo de la pandemia por el gobierno de López Obrador -Un daño irreparable, el criminal manejo de la pandemia- oponiéndole una serie de reflexiones y datos por demás irrefutables.
En primer lugar, refutando al presidente, dice que no está a discusión si el confinamiento es dañino o no a los niños, pero sostiene que la prioridad es la salud y la vida de la gente, por encima del regreso a clases.
Deplora que se haya decretado el regresoo a que “se necesita un índice de positividad de contagios muy bajo. La OMS decretó que no puede haber una medida como esta, que eleva la movilidad, si no hay un índice de positividad inferior al 5%”. (Meet Point, Regreso a clases ¿Decisión de quién?, El Financiero, 26/VIII/21).
A su vez, como lo sostienen infinidad de autoridades médicas de todo el mundo, la investigadora enfatiza que más importante que suministrar gel antibacterial o tapetes sanitizadores, es ventilar adecuadamente los salones.
A continuación refutó la información del subsecretario Gatell, quien, para reforzar su argumentación de que la incidencia del COVID 19 en los niños es muy baja y que solo “alrededor de 600 niños perdieron la vida por COVID”, Ximénez-Fyvie dijo que la Secretaría de Salud, en concreto, la oficina del subsecretario, había informado que hasta el miércoles 25 de agosto, se habían contagiado de COVID 159 mil 208 menores de edad y que, de ellos, el 91% no tenían comorbilidades.
Además, se tiene el reporte de que 7 mil 731 han estado hospitalizados y de ellos, el 71% no tenía ninguna comorbilidad.
De los hospitalizados, las defunciones -oficiales, de la Secretaría de Salud- es de 854 en menores de 20 años, pero si se toman en cuenta solo a los menores de 17 años, son 769.
Sin embargo, con las cifras del Registro Nacional de Población y las de “la base de datos del Registro Civil se llega a la cifra de 2 mil 080 fallecimientos de menores de 20 años, registrados con causa de muerte COVID”. (Ibídem).
Para quienes sostienen que hay muy pocos riesgos, va el dato de que Escocia, Louisiana, Florida, Texas y Georgia (EU) tienen llenos los espacios de terapia intensiva pediátrica. Nunca había ocurrido tal fenómeno en toda la pandemia.
Las cifras anteriores se presentaron a pesar del confinamiento, con todo y que muchos de ellos sí han salido a lo largo de la pandemia, pero de ninguna manera se comparará con el regreso a clases.
De ahí la importancia de la ventilación, además del uso del cubrebocas; pero, sin ninguna duda, la de la aplicación masiva de pruebas rápidas, de la aplicación de la tercera dosis de la vacuna, de inmediato, y de la vacunación a los jóvenes menores de 17 años.
De no aplicarse estas medidas, lo más seguro será el regreso al confinamiento más severo.
López Gatell se niega a la aplicación de la tercera dosis, dijo que “no hay evidencia científica”, pero Ximénez lo refutó, también en ese aspecto, pues sostiene que la mejor evidencia científica de la necesidad de la 3a dosis la están aportando Chile, Uruguay, Israel y EU pues ya la están aplicando, además de que Europa ya la aprobó también.
¿Porqué no aplicar la misma medida en México, máxime que a los maestros les fue aplicada -a la mayoría- la vacuna Cansino, la misma que el fabricante informó que su efectividad decrecía a los 5-6 meses de su aplicación, cosa que sucede, según los más recientes estudios, con la Pfizer y AstraZeneca, y seguramente lo mismo informarán en las próximas semanas las otras farmacéuticas?
¿De veras vale la pena correr tantos riesgos por el regreso a clases?
¿Porqué no voltear a ver las experiencias de otros países? ¿Que no les llamará la atención que en EU regresaron a los más de 150 mil contagios diarios en las últimas semanas (el viernes, 189 mil 787)?
Mientras todo esto pasaba, el alcalde electo de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, desataba la ira de sus contrarios, a partir de dos hechos: El primero, un ríspido intercambio de frases con el fiscal Peniche, a quien llamó delincuente “con placa de policía”, seguramente teniendo como antecedente el hecho de que la Fiscalía fue quien presentó la solicitud de desafuero en contra de Pérez Cuéllar.
Luego, como resultado de un supuesto robo efectuado por elementos de la Guardia Nacional a uno de sus colaboradores, Pérez Cuéllar criticó la presencia del cuerpo militar en Juárez, pues sostuvo que “La ciudadanía esperaba que la llegada de la GN fuera diferente a lo que se vivió durante el 2010, sin embargo, al acontecer de los días, no se augura diferencia”.
Afirmó que las quejas sobre el trato que está recibiendo la ciudadanía de la GN van en aumento.
Le cayeron encima el gobernador Corral y el inminente delegado, Juan Carlos Loera. Corral lo llamó “malandro”, además de condolerse de los juarenses, por el alcalde “que van a tener”, ataque que Cruz Pérez resolvió no contestar.
Más lejos se fue el presunto delegado Loera. En su muro de Facebook acusó al alcalde electo de llegar peleando con el fiscal actual y repasar con la Guardia Nacional. “Que no se le olvide al duartismo (sic) que regresa, que no son los mismos tiempos de Peña Nieto ni del calderonismo…”.
Así, de pasadita, ya refrendó sus dichos acerca del “duartismo” de quien llegó, postulado por su mismo partido, a la alcaldía del antiguo Paso del Norte.
¿Cómo irán a ser las relaciones entre ellos, las institucionales, porque en las personales, el delegado ya nos ofreció un panorama?
Puede que esa sea la tónica, a juzgar por otro mensaje que inscribió en su muro Loera.
Y es que a propósito de la resolución del Tribunal Estatal Electoral sobre la asignación de los diputados plurinominales, en la que dictaminaron que Oscar Castrejón, número 1 de la lista de Morena, no debía ocupar una diputación, Loera escribió que “El sometimiento a las instituciones supuestamente autónomas en Chihuahua está a todo lo que da. El PRIAN no quiere nada que le estorbe, el Tribunal Electoral reparte diputaciones plurinominales socavando la democracia y la verdadera equidad de género.
Hacen a un lado a los diputados que han señalado la corrupción y la colusión de magistrados, jueces, abogados y candidata (sic) para que reine la impunidad y no haya justicia. Al mas puro estilo del duartismo.
Por si alguien tenía dudas de su regreso”.
¡Híjole, todo apunta a que tendremos la pendencia a flor de piel en los próximos años!
Como si aún estuviéramos en campaña, Loera acusó a Pérez Cuéllar y a Campos de “duartistas”. ¡Y eso que habrá “buenas relaciones”!
Y en el fondo está el modo en que consideran la participación de la Guardia Nacional en la seguridad pública.
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