GPS / Columna/El Diario de Chihuahua
-Abandonado el plan de hiperconvergencia
-Que rompe la UACh con Ceneval para el examen
-Está en depresión porque no encuentra trabajo
La consulta popular de “revocación” terminó con una muy baja participación aún empujada por la intervención directísima de los operadores morenistas, en las inmediaciones de las mesas receptoras de votos.
Lo dijimos desde ayer, había que tirarse prácticamente a matar para sacar a la gente a votar, con un sol inclemente y un Domingo de Ramos para descansar la mayor parte del día.
Hubo operativo de llamadas telefónicas a los simpatizantes para que no dejaran de ir a participar, por parte de personas que se encontraban en las inmediaciones de las mesas receptoras, que traían listados de posibles votantes.
Al filo de la navaja, se distribuían también volantes con la figura de Andrés Manuel López Obrador, y por ahí existió el reporte de alguien que debía mandar la foto de su participación en la casilla, para que dieran por buena su asistencia.
Fueron adultos mayores en su gran mayoría quienes se apersonaron a las casillas, con la gran dificultad de que no pudieron en muchos casos fungir como funcionarios electorales, por el ausentismo ya natural que se da en estos procesos.
Los señalamientos de acarreos y otras mapachadas llegaron a las sesiones del Consejo Local y distritales, como ocurre siempre, y formarán parte del engrose de incidencias tendientes a anular el proceso, como ya se ha anunciado por varios actores políticos, incluido el INE, en voz de Lorenzo Córdova, quien ve esta posibilidad, pero ya en la etapa de valoración que haga la instancia judicial electoral.
Las casillas se instalaron tarde en un alto porcentaje, con los materiales completos y en un número indeterminado tomando gente de fila para ser funcionarios.
El análisis de los resultados tendrá que ser a partir de hoy, ya con el cierre de cómputo por parte del INE, en cada una de las mesas.
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En el caso del círculo rojo, la gobernadora Maru Campos, andaba fuera de la ciudad, ya que realizó agenda en la Ciudad de México, y hoy se reúne con altos funcionarios federales para tratar el tema del Insabi y la prestación de servicios médicos a población abierta a través del IMSS, por lo que no participó en la consulta.
El alcalde Marco Bonilla se había desligado, precisamente por actividades pendientes, pero sabemos que hay en el fondo una determinación tanto de él, como de la gobernadora, de no participar, como lo ha estado alentando el PAN y la organización Sí por México.
Por parte de Morena, aquí en Chihuahua votó el presidente estatal del partido, Martín Chaparro y el delegado de los programas federales, Juan Carlos Loera. En Juárez, votó Cruz Pérez Cuéllar, en la sección correspondiente. Todos ellos hicieron un llamado a participar en el ejercicio democrático.
Detrás de sus sonrisas y cordialidad democrática, había una insistente movilización para tratar de sacar adelante los números que por las vísperas se antojaban aún muy bajos.
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Los tizones del corralismo, verdaderas brazas ardiendo, durante muchos años serán cargados con pesar y esfuerzo por los chihuahuenses debido a la imprevisión y ausencia de capacidad.
Habíamos visto el cochinero en Ciudad Juárez, pero hay un rotundo fracaso en otras áreas que poco a poco han salido, como es el caso del plan hiperconvergente de conectividad.
Hay varias antenas instaladas a lo largo y ancho del territorio estatal, en particular en las zonas rurales, pero algunas de ellas no funcionan. Incluso, por el abandono en que fueron dejadas, han sido objeto de vandalismo.
La Secretaría de Educación estatal, ya en la administración de Maru Campos, está solicitando equipo y la indispensable instalación eléctrica.
Inclusive en algunos casos nos dicen que, en un reporte entregado a los legisladores en reunión de comisiones, hay dudas acerca de algunas torres que nada más no aparecen.
Quien sufre la gota gorda con el asunto es el coordinador de informática de la Secretaría de Educación, Vicente Pérez Rivera.
Se supone que fueron instaladas desde hace dos años, pero no funcionan.
Se ha tratado incluso de hacer contacto con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Electricidad, para ver si ellos tienen algún reporte.
Ese plan de hiperconvergencia fue anunciado con bombo y platillo durante la administración anterior, gastando miles de horas en redes sociales y campañas de publicidad, en algo que resultó al final de cuentas un fiasco, porque es mediocre su funcionamiento y en muchos casos inexistente.
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Ha corrido como reguero de pólvora el rumor de que a partir del próximo semestre desaparecería el examen aplicado por Ceneval, el Exani II, para alumnos de nuevo ingreso a la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Hay un oficio firmado por Erick Valles, el director Académico de la UACh, pidiéndole a los directores involucrar a los docentes en la elaboración del examen de admisión institucional para el ingreso a la Universidad.
Tenemos foto del referido oficio firmado por Valles, quien ya se sentía casi rector bajo la sombra del extitular de la UACh, Luis Fierro, y que hasta la fecha sigue inamovible, bajo algún pacto o protección que no conocemos.
Muchos funcionarios de primer nivel ya han sido removidos, últimamente la auditora interina, y antes, el secretario general y el abogado general, en el afán de reorientar los trabajos bajo la dirección del nuevo rector, Jesús Villalobos Jión.
Dice en lo sustancial el oficio mencionado que “por este conducto me permito hacer de su conocimiento que la Universidad Autónoma de Chihuahua a través de la Dirección Académica, iniciará con el proyecto de elaboración de un Examen de Admisión Institucional para el Ingreso a la Universidad”, motivo por el cual comenzaremos con la capacitación a nuestros docentes universitarios…”.
La UACh desde hace bastantes años, casi 20, realiza el examen en acuerdo con la asociación civil Ceneval, como lo hacen multitud de instituciones de educación superior en el país e incluso en el mundo.
Además, se utiliza el Exani III para el ingreso a posgrado, tanto maestrías como doctorados, e incluso hay un examen Ceneval para titulación, de lo cual no sabemos qué va a ocurrir, si van a seguir utilizándose.
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El que fuera durante el corralato un alto funcionario de Comunicación Social, Alfonso Villalobos Lozano, está en depresión porque no encuentra trabajo.
Se ha complicado su situación en especial desde la firma, interpretada como puñalada trapera, de una carta que apoyaba la victimización de su “hermanito”, el exgobernador Javier Corral.
Fiero defensor del que fuera su jefe en la administración pasada, Villalobos jugó a la negocia en la contienda panista. Por eso su esposa, Patricia Ulate, ahora es regidora del PAN. La hermana de Poncho es la suplente.
Con ese antecedente, difícil que encuentre dónde acomodarse el que fuera uno de los brazos ejecutores de decisiones retorcidas de Corral Jurado.
Su depresión, asumen en el círculo que lo rodea, se debe a que, en primer lugar, busca trabajo rogándole a Dios no encontrarlo, ya que se cotiza alto.
No acepta propuestas de menos de 25-30 mil pesos por quincena, lo que le pagaba Corral por sus servicios patrióticos en la administración pasada.
Por esa depresión, ha entrado en un raro estilo místico de vida, muy religioso él; su rutina habitual consiste en dar las gracias y bendecir el día, la noche, el sol, las estrellas, los alimentos y el agua hasta convertirla en vino.
La única que lo ánima es su esposa, la regidora panista, quien por ciento no ha renunciado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde laboró por más de 10 años consecutivos.
Con varias artimañas, la regidora pudo ausentarse sin goce de sueldo y por lo tanto reanudará labores tan fresca como una lechuga cuando termine su periodo en el cabildo de Chihuahua, pero no le pasó la receta a Poncho para vivir del erario eternamente.