Ojinaga Chih.- La Biblia habla mucho sobre la codicia y cómo debe ser controlada, dijo ayer el Pastor Heber Gonzales desde el pulpito de la 1ra Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús.
No codiciarás. Éxodo 20: 17. Codiciar, es un deseo desmedido, egoísta, incontrolado.
La codicia nos enferma espiritualmente. Dios prohíbe la codicia en el décimo mandamiento, ya que este va directo a nuestro comportamiento.
La codicia, trae envidia como el rey Saúl que envidio a David cuando la gente alababa a David después de la guerra (1Sam. 18:6-7). La codicia provoca mentir, como Ananías y Safira para conseguir lo que quieren (Hechos 5:1-11). Debemos vencer la codicia con estar contentos con lo que Dios nos da (1 Timoteo 6:6-10), porque donde este vuestro tesoro, ahí estará vuestro corazón, no desear lo ajeno. Las palabras de nuestro Señor Jesucristo fueron: Hay más dicha en dar que recibir (Hechos 20:35)
La codicia es un deseo desmedido e insatisfecho de más bienes, poder o éxito. La codicia puede estar motivada por el deseo de reconocimiento, poder o dinero. A menudo, la codicia es motivada por el deseo de controlar a otros. La codicia es un pecado que está en oposición a la virtud de la libertad. La libertad es la virtud que nos permite controlar nuestros deseos y pasiones.
En lugar de dejar que nuestros deseos nos controlen, nosotros controlamos nuestros deseos. La codicia es un deseo desmedido e insatisfecho de más bienes, poder o éxito. La codicia puede estar motivada por el deseo de reconocimiento, poder o dinero. A menudo, la codicia es motivada por el deseo de controlar a otros. La codicia es un pecado que está en oposición a la virtud de la libertad. La libertad es la virtud que nos permite controlar nuestros deseos y pasiones. En lugar de dejar que nuestros deseos nos controlen, nosotros controlamos nuestros deseos.
La Biblia nos enseña que la codicia es pecaminosa y que debe ser controlada. En Colosenses 3:5, Pablo dice: «Por tanto, hagan morir todo lo que en ustedes pertenece a la naturaleza terrenal: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.» Pablo también nos enseña que la codicia es una forma de idolatría. En Efesios 5:5, él dice: «Porque ustedes saben esto: ningún fornicador o impuro, o avaro, que es idolatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.» La Biblia nos enseña que debemos controlar nuestros deseos y no dejar que ellos nos controlen.