El jamón es un producto ampliamente popular en el mercado, utilizado en una variedad de platillos que van desde el desayuno hasta la cena. Recientemente, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor de PROFECO llevó a cabo un análisis de 44 marcas de jamón, donde únicamente algunas sobresalieron por su contenido de proteína libre de grasa, bajo contenido de grasa, niveles reducidos de agua y otras características relevantes que requieren atención.
En este estudio, se evaluaron solo jamones elaborados con carne de muslo de pavo y, según diversas normas de calidad, se obtuvieron los resultados correspondientes a productos adquiridos en establecimientos comerciales.
Se ha analizado y determinado que el contenido de agua no debe exceder el 76%, el contenido de almidón, es decir, de fécula, no debe superar el 10%, y se requiere un aporte energético mínimo de 100 g por producto. Además, se consideró el contenido de sodio, la información al consumidor, la calidad sanitaria y, por supuesto, el precio.