Su figura se agigantó durante la revuelta popular pacífica en las calles de Manila en 1986
Por EFE
Manila.- El expresidente de Filipinas Fidel Ramos, una de las figuras clave en la vuelta de la democracia al país y a la caída del dictador Ferdinand Marcos, falleció ayer domingo a los 94 años de edad por complicaciones ligadas a la Covid-19, informaron sus familiares a medios locales.
Ramos ocupó la presidencia del país entre 1992 y 1998, una época en que el archipiélgao se abrió a la inversión extranjera y fue considerado como uno de los “tigres” económicos de Asia por su fuerte crecimiento económico hasta la crisis de 1997.
Nacido en 1928 en la provincia de Pangasinan, al norte del archipiélago, se graduó como militar en la academia estadounidense de West Point en 1950 e integró las fuerzas armadas filipinas a su regreso al país, donde fue subiendo en el escalafón hasta que Marcos le nombró responsable de la Policía en 1972.
Su figura se agigantó durante la revuelta popular pacífica en las calles de Manila en 1986, cuando su deserción del bando de Marcos en plena crisis fue una de las claves para la caída y el exilio del dictador, que falleció en Hawái (EU) en 1989.
Su actuación le valió el cargo de jefe de las Fuerzas Armadas en el gobierno que dirigió Corazon Aquino desde 1986 hasta 1992, cuando se impuso en las primeras elecciones bajo la nueva Constitución y gobernó el país hasta 1998.
El palacio presidencial de Malacañang, ocupado hoy por Ferdinand Marcos Jr., hijo del depuesto dictador, transmitió hoy sus condolencias a la familia en un comunicado de la secretaria de prensa Trixie Cruz-Angeles.
“Con gran pena hemos conocido el fallecimiento del expresidente Fidel V. Ramos. Deja atrás un legado colorido y un lugar seguro en la Historia por su participación en los grandes cambios de nuestro país, como militar y como presidente”, dijo.