El anuncio puso fin a días de especulaciones sobre el paradero de Yevgeny Prigozhin desde que encabezó un breve levantamiento armado en Rusia
The New York Times
El líder mercenario ruso Yevgeny V. Prigozhin llegó a Bielorrusia este martes, informaron los medios de comunicación estatales bielorrusos, poniendo fin a días de especulaciones sobre su paradero después de que canceló un levantamiento de fin de semana que marcó el desafío más dramático al gobierno del presidente Vladimir V. Putin en dos décadas.
Más temprano, Putin elogió a sus fuerzas de seguridad en un discurso grandilocuentemente que describió la rebelión como un episodio heroico para el estado ruso. En una serie de apariciones tres días después del motín, Putin parecía estar tratando de tomar la iniciativa, advirtiendo indirectamente de las consecuencias para los funcionarios que ayudaron a Prigozhin a enriquecerse a expensas del país. También agradeció al ejército ruso por haber “esencialmente detenido una guerra civil”, informaron los medios estatales.
Las autoridades rusas abandonaron una investigación sobre Prigozhin y los miembros de su grupo Wagner por la rebelión armada. El grupo se estaba preparando para entregar equipo militar al ejército ruso, informaron los medios de comunicación estatales, mientras el Kremlin realiza un esfuerzo concertado para superar el motín.
Según un acuerdo negociado por el presidente Aleksandr G. Lukashenko de Bielorrusia, el aliado más cercano de Rusia, para poner fin al levantamiento, Rusia había dicho que otorgaría amnistía a Prigozhin y sus combatientes y que Prigozhin sería exiliado en Bielorrusia.
Aquí hay otros acontecimientos:
Al retirar los cargos penales por el motín y anunciar que los combatientes de Wagner entregarían las armas, el Kremlin buscó resolver algunas de las cuestiones volátiles que persisten desde los impresionantes acontecimientos del fin de semana. Pero no hubo una respuesta inmediata del grupo de Wagner o de Prigozhin. Y hubo pocos detalles sobre la cantidad de equipo de Wagner que se entregaría o cuántos de sus combatientes, cuyo número Prigozhin recientemente calculó en 25 mil, estarían de acuerdo en ser puestos bajo el mando del ejército ruso.
En breves comentarios en el Kremlin este martes, Putin dijo que algunos aviadores rusos habían “muerto en el enfrentamiento con los amotinados”, y los elogió por cumplir con sus deberes. En un discurso televisado ayer por la noche, Putin, visiblemente enojado, denunció el motín como un “chantaje” que había estado “condenado al fracaso”, aunque no nombró a Prigozhin, su antiguo aliado.
Lukashenko pareció reconocer que se permitió que las tensiones entre Prigozhin y el ministro de defensa de Rusia, Sergei K. Shoigu, por la guerra en Ucrania se salieran de control. Los comentarios representaron una crítica rara, aunque indirecta, a Putin por parte del líder bielorruso, que se ha vuelto cada vez más dependiente de Moscú.
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