Una reflexión personal.
Hay imbéciles que nunca entendieron que la Candidatura de AMLO significaba esto que —más que vivir— estamos padeciendo. No había que esperar a que fuera electo para darse cuenta de cuanto iba a ocurrir. El régimen de izquierda, similar al de Chávez en Venezuela, se dejaba ver desde meses, si no es que años, atrás; y el tiempo vino a corroborarlo:
En campaña, el 16 de noviembre de 2016, el cabeza de pañal usado, con motivo de la muerte del sátrapa Fidel Castro, comparó a este con Nelson Mandela, y dijo de él que era “un gigante” (https://www.youtube.com/watch?v=6ygk2zRsdEo);
Electo ya, el 20 de noviembre de 2018 (una emblemática fecha para México) con todas sus letras, haciéndose eco del corrupto líder sudamericano, de manera textual proclamó: “yo ya no me pertenezco”. La frase, pronunciada antes por Hugo Chávez, resonó en forma ominosa en los oídos de sus escuchas con dos dedos de frente, al tanto de los que se nos venía encima (https://www.youtube.com/watch?v=HW9HUafKP0I);
El 2 de abril de 2020 afirmaría categórico, sin falsos pudores ni rubores, que la crisis de salud había caído “como anillo al dedo para afianzar la transformación” del país que desgobierna (https://www.informador.mx/mexico/Crisis-vino-como-anillo-al-dedo-para-afianzar-transformacion-AMLO-20200402-0073.html);
Pasó el tiempo e hizo un llamado a la austeridad: “si ya tienen zapatos para qué comprar más”; diría el 11 de mayo, invitando a los mexicanos a “no consumir de manera enfermiza; si ya se tiene la ropa indispensable, solo eso”; se puede tener un vehículo modesto, pero “¿por qué el lujo?”, se preguntaría en forma retórica (http://puentelibre.mx/noticia/amlo_rueda_de_prensa_austeridad_republicana_mexico_2020/);
El 14 del mismo mes, arremetió contra científicos y profesionistas, minimizando —y desdeñando— su labor; habló de que no se requieren ingenieros, ni arquitectos, ni economistas, porque cualquier hijo de vecino lo puede hacer mejor sin estudios ni preparación (https://www.youtube.com/watch?v=rHLl0lA4ncc);
Más tarde, el 3 de junio, en plan de chunga o de dieta (no se sabe), pregonaría: “No se trata de comer cosas exóticas, extravagantes, caras; ¡No! Es recuperar en mucho lo que es la comida tradicional: el arroz, el frijol, el maíz”; en un afán de imponer, desde el gobierno, un régimen franciscano (https://www.youtube.com/watch?v=cwaqAOLhcu4);
El 12 de junio, nos desayunamos con la noticia de que su gobierno también ayuda a los ricos pues los delincuentes “no secuestran a un pobre; secuestran al que tiene”; y eso se evita con justicia (http://puentelibre.mx/noticia/amlo_rueda_de_prensa_apoyo_a_ricos_2020/), y
El 15 de junio, se confirmó —por el rock star López-Gatell— lo que se sabía desde hace meses: medio millar de médicos cubanos arribaron al país; mientras los médicos y enfermeras mexicanos carecen de lo más elemental para hacer frente a la pandemia, México gasta más de 133 millones de pesos en estos mequetrefes (https://www.youtube.com/watch?v=A0Zsu-rY6tA).
Tal y como lo lee, y puede constatarlo, seguir los pasos de Chávez en Venezuela parece el destino de México en manos de este imbécil que pide pobreza, conformismo, dejadez, mediocridad e ignorancia como instrumentos para empedrar el camino hacia su pretendida transformación a cuyo fin, la enfermedad y la muerte de miles de compatriotas, le han caído como anillo al dedo.
Usted está obligado a hacer algo para oponerse a ese régimen de simulación kafkiano que amenaza con abolir las clases sociales y sustituirla por una única: la de los mendigos.
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Luis Villegas Montes.