Les urge un diagnóstico…
PAN con un 40% de rechazo…
Palacio los cambios con calma…
Los cambios en el Congreso,,,
Mario Vázquez le urge ubicatex…
Hay quienes de plano siguen sin entender que fue lo que pasó el dos de junio y porque las urnas arrojaron un resultado tan demoledor en contra de la oposición. En el colmo de la negación, hay quienes dejan correr la imaginación y afirman que existió un fraude monumental, en el que están inmiscuidos entre 15 y 18 millones de mexicanos y en su fanatismo sostienen que es imposible que el resultado fuera el que los órganos electorales dieron a conocer.
Es imposible hacerlos entender, es perder el tiempo quererles explicar que en las urnas había la misma cantidad de votos en los conteos municipales que en los federales, se aferran a darse una explicación completamente ilógica, pero bueno, esos así van a seguir y nunca lo van a entender.
Pero una clave para entender que fue lo que pasó el dos de junio en las urnas, es poder revisar las encuestas que la propia oposición levantó durante el proceso, es decir, si los fanáticos quieren seguir negando lo que decían las encuestas de la 4T, que en su mayoría fueron atinadas con diferencia de décimas de punto sobre el resultado final, pues recurran a lo que decían las encuestas que la propia oposición levantó para ver si logran entender una realidad absoluta de lo que los ciudadanos piensan en el país.
Por ejemplo, en nuestra entidad, esas encuestas que mantuvieron bajo el colchón los de la oposición y que algunos columnistas mencionábamos que existían, señalaban claramente el triunfo de Claudia Sheinbaum en el estado, como ocurrió; que la elección al senado estaba perdida, como pasó; que los cuatro distritos federales de Juárez los iba a ganar la 4T, como así fue y que en nuestra entidad, como en casi todo el país, el nivel de rechazo al PAN de parte del ciudadano es del 40%.
Es decir, en esas encuestas cuando se le preguntaba al ciudadano por cual partido usted nunca votaría, y cuatro de cada diez decía que era el PAN, claro, el PRI en las encuestas nacionales sale con un nivel de rechazo que supera el 60%, así que de plano no había forma de pensar que más de la mitad de los votantes acudieran a las urnas a votar por ellos, cuando claramente indicaban un nivel de rechazo como nunca antes en su historia.
El 59.7594% de los votantes, emitieron su voto a favor de Claudia, el 27.4517% de ellos lo hicieron por Xóchitl, votó el 61.0498%, es decir, casi el 40% de abstención, casi el 36% de los que acudieron a votar lo hicieron por la 4T y solo el 16.5% del total de los votantes lo hizo por Xóchitl. Es decir, prácticamente el 83,5% de los votantes del país rechazó votar por la oposición, de ese tamaño es su rechazo real y eso lo deben de entender de esa manera.
El colmo es que el PAN se “aferró” en varios distritos y municipios a lanzar candidatos “cien por ciento panistas” y eso operó en su contra, pues esos candidatos se portaron como pitufos, tercos, obstinados y pensando que todo mundo debería de pensar como ellos y por eso no consiguieron votos, pues el ciudadano llamado “voto switcher” no los veía como una opción.
Esa es la realidad que el PAN debe de afrontar, se sabe que el CEN creó una comisión de análisis del proceso electoral, mientras está por arrancar la comisión electoral para la renovación de su dirigencia nacional, pero mientras ellos no tengan en la mano un “diagnostico”, muy seguramente van a seguir cometiendo los mismos errores en lo nacional y por supuesto en lo estatal.
En este momento el PAN está de nuevo al borde del precipicio, solo gobierna cinco estados en el país, Aguascalientes, Guanajuato, Queretaro, Yucatán y Chihuahua, de esos, tres estarán en juego en la elección “intermedia” del 2027 y si esas elecciones fueran hoy, el PAN perdería dos de las tres, según un análisis estadístico de como se dieron los resultados el pasado dos de junio.
Crece sus niveles de rechazo de forma peligrosa, no establecen rutas de comunicación y marketing gubernamental que les limpie el rostro y en muchas entidades les pasa lo mismo que aquí, no tienen una cantera lo suficientemente nutrida para presentar candidatos que le “llenen el ojo al ciudadano”, se les puede aplicar en este momento el viejo dicho ranchero aquel de “se es ve muy flaca la caballada”, de tal forma que el 2027 puede ser un año absolutamente de terror para ellos, mucho peor de lo que fue este 2024.
El análisis es frío, sin filias ni fobias, es ver los números y hacer un ejercicio estadístico de cara al 2027, el diagnostico les toca a ellos, pues deben de poner sobre la mesa la información que ellos tienen sobre lo general y los temas particulares del pasado proceso y lo más importante, decirse la verdad, pues les puede ocurrir, como ya ocurrió en su pasado, que sabiendo la verdad prefieran contarse mentiras.
Si hacen lo correcto es posible que el 2027 no sea tan catastrófico para ellos, pero si prefieren contarse mentiras, pues que Dios los agarre confesados, pues muchos ya olieron sangre y quitarle ese olor a una administración es un asunto sumamente difícil de lograr… Pero esa, ya es otra historia y la dejamos para la entrega de mañana…
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Los que llevan prisa piden que en Palacio se den los cambios que se tiene que dar a la brevedad posible, no entienden que primero se tiene que hacer el diagnóstico con el que se tenga en claro quien merece premio y quien castigo.
No es fácil “aventar línea”, agarrar un “nivel” y con es raya medirlos a todos, pues solo la que manda en Palacio y su grupo cerrado, saben a ciencia cierta a quienes se le pusieron metas y a quienes solo se les pidió trabajo, así que primero vendrá esa revisión.
Después de establecer la tabla de premios y castigos, antes de los cambios se tiene que limpiar la casa, para que el que se tenga que ir, lo haga “limpio” y los que tengan que llegar no encuentren la casa toda tirada y en vez de llegar a empezar a trabajar, tengan que primero llegar a limpiar y ya luego ver que hacen.
Pero el diagnostico también debe de establecer si el error fue de quienes están al frente de tal o cual dependencia o si la falla es “institucional” y que en vez de nada más cambiar al responsable, que se cambie los programas institucionales, los planes de trabajo, modificar el rumbo, las formas y los fondos. Y es que existe la posibilidad de que algunos funcionaros sí estén haciendo lo que les pidieron hacer, que lo hagan en tiempo y forma, pero que eso que hacen no sea lo correcto.
Así que a esos que claman por cambios y hablan de que la administración estatal “no debe de perder el tiempo”, deberían de entender que todavía no es tiempo de cambios, que primero es lo primero y ya después, lo que va después…
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Por cierto este lunes se dio a conocer que en el Congreso del Estado sí empezaron los cambios, los cuales tienen que darse y verse con un razonamiento distinto al de los cambios que vengan en la administración estatal y en la municipal.
De entrada, hay que entender que en el Congreso está la negocia para establecer la mayoría, es decir el “draft”, para que el PAN se quede con toda la enchilada y en la mesa está de igual forma la designación del nuevo pastor de la mayoría.
Estatutariamente, es al presidente estatal del PAN al que le toca designar al coordinador, pero es es letra muerta cuando hay Gobernadora que ejerce como la primera panista de la entidad, es cuestión de usos y costumbres y todo mundo lo entiende.
Así que se tiene que dar una limpia de todo lo que huela a Mario Vázquez, para darle espacio al nuevo coordinador para que él coloque sus fichas y por eso hay que ir diciéndoles adiós a los que llegaron con el de Santa Isabel y darles la bienvenida a quienes lleguen con el que será designado para todo el periodo o cuando menos hasta el día en que siga ejerciendo, pues ya ve usted que ser pastor de la mayoría es un excelente trampolín para pensar en el edificio de enfrente -y no nos referimos a la catedral- o para ocupar una curul en San Lázaro.
En este momento las apuestas dicen que Alfredo Chávez va como favorito para quedarse con la coordinación y si eso ocurre, entonces lo más sensato sería darle el espacio para crear un equipo que le responda a él y no que anden jugando a favor de otra cadena de mando.
Pero de igual forma no hay que comer ansias, primero las negociaciones arriba, establecer pagos, espacios para dejar a todos contentos y ya luego que venga la designación de coordinador, por eso la limpia será paso a paso, una cosa a la vez…
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Al próximo senador Mario Vázquez de plano le hace falta una fuerte dosis de “ubicatex”, con unas 12 o 24 inyecciones de “humildocina”, para entender que su mejor opción política es demostrar que puede ser útil como senador y nada más.
Los mensajes políticos son muy claros y no debe él cubrirse con el manto de la soberbia y creer que solo son “ataques de quienes no lo quieren”.
A él no le queda espacio para festejar o para presumir, su mejor ruta es aplicar aquello que hace muchos años los priistas entendían a la perfección, cuando les decían, “apliquen las tres eses”.
La lección que les daban a los priistas era que en tiempo de elección de candidatos y en tiempos post electorales lo mejor era: “sumar, sumarse y sumirse”. Sumar, es dedicarse a hacer las cosas bien y a favor de la causa, sirviendo de ejemplo para que nadie en la fila haga desorden y para atraer a más a que se sumen. Sumarse, es mantenerse en esa tesitura, aunque uno no sea favorecido con una candidatura o en caso de perder la elección, de inmediato acudir a ponerse a las ordenes de quien manda y hacer lo que se le ordene. Y sumirse, es “callandito y no haga olas”, esto en caso de que no le den espacio o que no le den una orden directa.
El hecho es que Mario Vázquez está haciendo todo lo contrario o cuando menos enviando los mensajes equivocados cuando a él le toca asumirse como el ultimo de la fila, convertirse en un ejemplo de disciplina y con buenas maneras hacer mutis, pero si deja que la soberbia le gane, si él quiere seguir creyendo que él es “el jefe”, estará corriendo el riesgo de hacer enojar a quien sí es “La Jefa”. Al tiempo…
