“Se ha perdido por completo la unidad que debe prevalecer así como la lealtad en las corporaciones en materia de seguridad pública.”
José Carlos Hernández Aguilar.
Especialista en investigación criminal.
• La descomposición social presente en las instituciones de seguridad y justicia.
• La reforma de Corral y la escisión en el PAN.
Las recientes declaraciones del Fiscal General del Estado de Chihuahua, Cesar Augusto Peniche, respecto a traiciones e infiltraciones existentes al interior de las corporaciones de procuración de justicia y de seguridad pública, son un claro reconocimiento de la debilidad que afecta a nuestras instituciones. Otro hecho que pone de manifiesto tal problemática es la detención y enjuiciamiento de 9 agentes de la CES acusados de robo, abuso de autoridad, y homicidio, al ser señalados como coautores de flagrantes violaciones cometidas en Ciudad Juárez el 30 de enero de 2020, contra un adolescente y su tío, quien luego de recibir amenazas finalmente fue asesinado el 22 de marzo del mismo año, siendo señalados tales agentes como presuntos responsables de ese crimen.
Las conductas en las que los malos policías llegan a incurrir pueden recibir diversos calificativos como deshonestidad, perversión, inmoralidad, violación a la ley y a los derechos humanos, etc., pero el común denominador de todas ellas es que son reflejo indudable de la descomposición social que nos aqueja, al perderse por parte de algunos servidores públicos el sentido de ética, el compromiso social, y el respeto al uniforme que se porta, así como al puesto desempeñado y a la institución a la que se pertenece. El especialista en investigación criminal, José Carlos Hernández Aguilar, durante una reciente entrevista concedida a un medio de comunicación de la capital chihuahuense ha sido claro al abordar la problemática que enfrentan las instituciones de seguridad, al decir: “Se ha perdido por completo la unidad que debe prevalecer así como la lealtad en las corporaciones en materia de seguridad pública.”
Sin duda, la pretendida reforma electoral para el Estado de Chihuahua, de la autoría del gobernador Javier Corral, no solo recorre un camino adverso, sino que ha enfrentado entre sí a grupos internos dentro del panismo. Cada vez se ve más difícil que tal iniciativa pueda ser aprobada en el Congreso del Estado, pues ha sido ampliamente censurada su principal propuesta, consistente en la imposición de elecciones primarias obligatorias, abiertas y simultáneas para la selección de candidatas y candidatos en todos los partidos políticos, y que constituye una clara contravención a la autonomía que la Constitución confiere a éstos en lo concerniente a la realización de sus procesos electivos internos.
En realidad, dicho proyecto presenta defectos jurídicos desde su nacimiento. Además, muchos militantes panistas lo perciben como una estratagema del mandatario por sacar adelante al senador Gustavo Madero en su intento por resultar postulado por el PAN para la gubernatura del Estado, durante los comicios del año 2021. Por tales razones, varios consejeros estatales y dirigentes municipales, así como algunos legisladores y legisladoras locales blanquiazules han manifestado su rechazo al proyecto en cita.
A lo anterior se añade la manifiesta oposición formulada al respecto por las bancadas del PRI y MORENA, así como el hecho inequívoco de que Omar Bazán, líder estatal del PRI y coordinador de la diputación priista, presidirá las comisiones unidas que analizarán la iniciativa en el Congreso del Estado, por lo cual es evidente que son pocas las posibilidades para la aprobación de la controversial propuesta de reforma. También es una verdad innegable la escisión que ha causado en el PAN la propuesta de Corral, pues al acercarse el ocaso del mandato y la influencia de éste los principales actores y grupos políticos comienzan a agruparse en torno a otros liderazgos o proyectos que puedan satisfacer sus intereses.