*MORENA y sus disputas: hijo de tigre… pintito.
*Los ataques al Poder Judicial, una constante en el gobierno de López Obrador.
Sin duda, constituye un desaseo político la serie de obstáculos que le han sido opuestos por su mismo partido y correligionarios al senador morenista Ricardo Monreal en su legítima aspiración por la candidatura presidencial de MORENA. Mario Delgado, presidente del partido, Layda Sansores gobernadora de Campeche y Adán Augusto López, Secretario de Gobernación -también aspirante presidencial-, entre otros actores, han sido parte de la serie de acciones mediante las que se ha intentado cerrar el paso a las intenciones de Monreal, quien reiteradamente se ha quejado de manera pública ante la discriminación política de la cual está siendo objeto por el solo hecho de no figurar entre los personajes a quienes el presidente considera como sus favoritos para sucederlo en caso de que MORENA gane en el año 2024 la elección presidencial del país.
Por supuesto que ninguna de las marrullerías cometidas contra Ricardo Monreal ha ocurrido por iniciativa propia de los autores materiales, pues todas ellas tienen un origen intelectual y una instrucción emitida por el verdadero dirigente y líder “moral” de MORENA, es decir, el presidente López Obrador, cuyo estilo autoritario y pendenciero, se ha puesto de manifiesto una vez más en el proceso interno de selección de candidato presidencial del partido en el que él formal e indiscutiblemente es fundador, pero también práctica y materialmente es dueño. Así bajo esta tesitura, no resultan extrañas las reyertas suscitadas en MORENA. De modo sabio nos explican lo que en esa institución está sucediendo los dichos que afirman que “El hijo del tigre es pintito” y que “Las cosas se parecen a su dueño”.
Una vez más, como ha venido siendo su actitud a lo largo de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador traspasó la frontera de la división de poderes al descalificar a una jueza federal del Estado de Guanajuato por conceder un amparo para frenar la entrega de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). No es la primera vez que el titular del Poder Ejecutivo cuestiona y critica la labor de los funcionarios judiciales cuando le desagradan o resultan contrarias a sus intereses políticos las resoluciones dictadas por éstos en ejercicio de su función jurisdiccional. El presidente de la república en forma consciente y deliberada ha sido proclive a incurrir una y otra vez en este serio error que constituye no solo un desaseo político sino también una transgresión a la Constitución del país y a los estándares jurídicos internacionales.
A raíz del incorrecto cuestionamiento que en esta ocasión López Obrador hizo a la jueza Karla Macías Lovera, -Jueza del Juzgado Noveno de Distrito, en el Estado de Guanajuato- autora de la resolución de amparo referida, más de 50 organizaciones de la sociedad civil, activistas e investigadores se manifestaron contra el mandatario y pidieron al Poder Judicial Federal que se pronuncie al respecto en defensa de su autonomía y de la consecuente independencia de la que deben gozar sus jueces y magistrados para el adecuado cumplimiento de sus tareas jurisdiccionales.
“Rechazamos el ataque a la independencia judicial desde el micrófono del Ejecutivo”, fue una de las expresiones con las que dichas organizaciones dejaron ver su inconformidad ante la actuación del presidente. Entre dichas organizaciones que respaldaron la labor de la Jueza Macías Lovera y del resto de sus colegas juzgadores figuran Fundación para la Justicia, Equis Justicia para las Mujeres, México Evalúa, Intersecta, Borde Político, Madres Unidas por Nuestros Hijos, el Instituto de Justicia Procesal Penal, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y Fundar. Una vez más, la actitud del presidente López Obrador, lejos de respetar la división de poderes que le ordena la Constitución confirma que la intromisión en el Poder Judicial es una constante en su ejercicio de gobierno.