Loera piensa en recular -¿Tener todo o ir por nada? -Covid maltrato en DS -Las tres crisis de Corral
PLENO desconcierto se vive en la Delegación del Bienestar, en el sector político y gubernamental, ante la supuesta renuncia del súper delegado, Juan Carlos Loera de la Rosa y no es que sea una figura superlativa, pero…
La realidad es que hasta ayer, Loera no había tomado la decisión, no porque no quiera ser el candidato a gobernador o a la alcaldía de Ciudad Juárez, sino porque no tiene luz verde desde Palacio Nacional y cuidado porque la orden presidencial es que quién ande buscando una candidatura y sea funcionario federal, debe de lista la renuncia en original y las copias necesarias.
El súper delegado sabe que renunciar sin la bendición de López Obrador, puede significar ponerse la soga al cuello (políticamente hablando) pues si no es el candidato se convertiría, en uno más de los 500 diputados federales de Morena, próximos a dejar el cargo, cuando como delegado tiene cuatro muy buenos años y casi casi con presupuesto ilimitado.
Ese es un escenario. El otro es que si para la gubernatura, el Presidente tiene a otro galló, desde la Delegación del Bienestar, la Presidencia de Ciudad Juárez, es muy pequeña para la súper delegación.
La candidatura a la alcaldía de la ciudad fronteriza, sería atractiva, en el supuesto de que sea y gane; pero en seis años a partir del 2021, construir un proyecto ahora si para la gubernatura, el pero es que no estaría López Obrador, por lo menos eso se supone, y por ahora Marcelo Ebrard, sería el candidato, en donde no cabría Loera, por no ser del grupo de los fifis que ahora dirigen Morena y van en el 2024 precisamente como el canciller.
Desde luego es mucho tiempo, pero los grandes proyectos se construyen de esa manera, hay que reposarlos, sin dejar un sólo día de abonarles para bien.
En la otra cara de la moneda, no se debe omitir que el trabajo del súper delegado, está muy cuestionado, por los temas de los apoyos sociales, el de seguridad que acabó en confrontación con el gobernador Javier Corral, el de Salud y ni que decir el del agua.
Dicho de otra manera y en un análisis sintético, el súper delegado no es garantía de triunfo para Morera, y eso lo tiene que registrar, si es que se busca llegar a un análisis a fondo. Entonces la cosa no es renunciar o no, como se supone.
DESDE la Secretaría de Desarrollo Social legó un reporte en donde se indica que, que hay un brote importante de Covi-19, que no ha sido atendido, por lo menos de manera adecuada por el secretario, Carlos Aguilar Lozoya y sus directores.
Se trata de 25 funcionarios que ya se encuentran confinados; seis más son sospechosos; 10 presentan síntomas y por desgracia ya tienen un fallecimiento.
La única salida, según les han dicho desde el Departamento de Recursos Humanos es que, quien sea sospechoso o muestre síntomas puede ir a casa, pero sin salario.
Otra alternativa es que los días de confinamiento voluntario, si se acepta, es que los días que no acudan, les serán descontados de las vacaciones siguientes; en el peor de los casos, a quienes están baja contrato, es que si se van ya no regresarán.
Así están las cosas en la dependencia, que se supone es fundamental en los temas sociales y en el tema de la pandemia del Covid-19, es decir, candil de la calle y oscuridad de la casa, como señalan.
LOS NÚMERO pandémicos, los oficiales están a punto de colocar a Chihuahua en los primeros cinco lugares a nivel nacional, sólo por debajo de macro entidad, como la CDMX, el Estado de México, Nuevo León y Jalisco. Estados que por muchos millones en población.
La respuesta oficial dice que somos chihuahuenses quienes, dispersamos los contagios por indisciplina y hasta por ignorantes, además de no acatar las disposiciones que se dictan desde Palacio de Gobierno.
Debe existir parte de verdad, pero no se reconoce que la autoridad responsable ha sido laxa, cuando la prevención se envió al caño y cuando el Gobernador se ocupa de su proyecto político y de sus intereses personales, pues entonces la sociedad como tal, no es la responsables, no por lo menos en su totalidad.
El Congreso local le autorizó casi cuatro mil millones de pesos al gobierno estatal para atender la pandemia, pero cualquier vecino o su hijo, testificará, que ni un crédito o ningún apoyo a recibido, lo que nos es determinantes, pero lo que si es que no se construyó ni un solo consultorio para atender a enfermos Covid.
Mucho menos una clínica o un hospital. Estamos por lo tanto igual que antes de la pandemia, con la misma infraestructura hospitalaria, con menos médicos y las mismas estrategias.
Mientras eso ocurre, sin meternos en otros tópicos como el de la economía, deuda y la inseguridad, está ocupado y preocupado por el federalismo, que ciertamente es buen tema, pero no para esta triple crisis.