Corral “el perseguido” -Cada día se parece más a Duarte -Otra vez Juanca -Violencia ID de Bonilla
LA VISIÓN DE exgobernador Javier Corral Jurado sobre justicia, la ha definido como persecución política, por supuesto que en su contra.
En la entrevista con un medio de comunicación en la Ciudad de México, se autodenomina como perseguido político por parte del gobierno de Chihuahua y como dice AMLO de sus detractores, cuando la realidad apunta a actos de corrupción, excesos y de violación de los derechos humanos del exmandatario.
Dice que las tres carpetas de investigación que tiene en integración la Fiscalía General del Estado, más la docena que proviene de denunciantes particulares, es persecución política.
Se fue por el discurso fácil; Corral ya perdió hasta el estilo, el buen debate que por varios años mostro en las tribunas legislativas.
Ahora las muletillas, las frases hechas las usa a modo. Muy rápido recurre al engaño, por no decirle mentira y a la vez al olvido.
Ya no recuerda sus omisiones y tal vez desvíos en la crisis pandémica; la perdida de los 100 millones en medicamentos caducos, el desmantelamiento de policía estatal, un hueco financieros de siete mil millones de pesos, los altos niveles de inseguridad y la quiebra económica de las finanzas estatales.
Son sólo unos temas para refrescar la menoría, sin dejar a un lado el caso de El Chueco que no quiso detener; las carencias de obra pública, la tortura y la inacción.
Recurrir a la persecución política como injustificado argumento, sería igualito que el exgobernador César Duarte (ahora preso) en la propia persecución de Corral en su contra, o tal vez supone que será compañero de Cereso. Eso sería histórico.
En política cualquier señalamiento de corrupción, equivale para políticos y funcionarios a persecución política; es más, mediático del momento es la denuncia internacional del dirigente nacional del PRI, quien acusa al presidente López Obrador, causalmente de persecución política.
Abaratada la frase significaría entonces, que persecución política equivale a actos de corrupción, en cualquier línea en la que se pretende sacarle la vuelta a la justicia.
Que se aplique el estado del derecho, es lo deseable, pero también el mejor camino para aplicar la justicia.
Por cierto la gobernadora Campos Galván, cuestionada sobre los señalamientos del exgobernador perseguido, sólo agregó la palabra oraciones. Es decir, “sin perdón ni olvido, pero con oraciones”. En fin.
YA QUE andamos en denuncias, el Instituto Estatal Electoral, ya dio entrada a la queja presentada por la diputada federal, Laura Contreras en contra del delegado de Bienestar, Juan Carlos Loera de la Rosa.
La denuncia se genera por las recientes declaraciones (no por las pasadas) vertidas por Loera de la Rosa, en una entrevista radiofónica en la ciudad de Cuauhtémoc.
El delegado se fue duro a la cabeza y hasta la yugular de la gobernadora, con dichos despectivos y calificativos no adecuados ante las nuevas leyes en donde se penaliza (si penas), la violencia política y en especificó en contra de la mujer o de género.
Pese a la denuncia nada va a suceder, pese a que el delegado acumula ya varios señalamientos en el mismo sentido en su contra.
Seguramente no pasará de que lo coloquen en la lista negra como al diputado panista Eliseo Compeán y Gabriel Quadri. Es sólo un pasajero chamuscón, que se olvida como las promesas de campañas, de quienes ahora nos gobiernan.
LA OTRA PANDEMIA la violencia e inseguridad que se registra en la capital ya parece estacional. No es ni debe considerarse normalizada o parte del la cotidianeidad, pero para esos transita.
El mes pasado anduvo en los 50 crímenes de alto impacto y este mes por desgracia pinta peor.
Hasta el lunes (pasado) la suma ejecuciones estaba en 23, pero en unas horas más tarde se registró una masacre en la colonia Sahuaros, en donde asesinaron a cinco hombres y una mujer.
Son cifras muy elevadas que se quiera o no van directamente al funcionamiento y resultados del presidente municipal, Marco Bonilla Mendoza.
Lo que está ocurriendo en la capital del Estado, que es además sede de los poderes estatales, está muy lejos de ser casos aislados, como luego se busca justificar la ineficiencia en materia de seguridad pública.
– Publicidad –