El inhumano gobierno de Maru -Corre a cientos en la SSPE -Rafa: molesto con la CNA -Que diputados trabajen por decreto
EL MES de junio se acerca, en medio de la incertidumbre, zozobra y el malestar de cientos de trabajadores de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado, quienes obligatoriamente tendrán que mudarse a Ciudad Juárez.
El anunció sigue en pie, la notificación fue verbal; todos deberán de trasladarse a la frontera si quieren seguir laborando en la dependencia, esa es la condición, por no llamarla amenaza.
Todos, abarca a toda la Secretaría, es decir, no sólo serán los agentes quienes son requeridos por obvias y drásticas razones; la orden del secretario Gilberto Loya, incluyen también a intendentes, secretarias, asesores, personal de logística, capacitadores, administrativos y hasta choferes.
Se contempló el cambio de la SSPE en junio, precisamente porque en ese mes, vencen los contratos de cientos de servidores públicos y por lo tanto, quien no desee cambiarse a Ciudad Juárez, simple e ingratamente no tendrán un nuevo contrato.
Casi el 100 por ciento del personal de la Secretaria está bajo contrato semestral, el jefe Loya anunció hace ocho meses que esa condición de desventaja para los servidores públicos se subsanaría de manera paulatina, pero nada se ha hecho.
Mandar al personal a la frontera equivale a cambiarles la vida, incluso para quienes tienen ya varios sexenios trabajando.
Implica mínimamente pagar renta, costear alimentos y la movilidad. Habrá quienes pagan renta en Chihuahua y ahora lo tendrán que hacer en Ciudad Juárez.
Quien tenga un solo vehículo en la familia, ahora tendrá que comprar otro.
Lo más cruel es que el Jefe Loya y su Jefa Maru, estarán dividiendo y separando familias, cuando en campaña se prometió luchar por la familia, eso dijo la gobernadora.
El gobierno humanista que se presume, acaba en una retórica baratona como la corralista, sin fondo, ni forma. O sea, un engaño más.
Muchos de los servidores públicos, no tendrán un nuevo contrato porque sencillamente no se pueden partir en dos.
Para la gobernadora resulta fácil viajar a Juárez o cualquier municipio, tiene flota aérea, las blindadas que desee y lo mejor, no gasta un centavo de su bolsa.
El inhumano gobierno, no sólo le quita los contratos de una forma ventajista; los despide y ya.
No existe oferta de reubicación a otra área, tampoco indemnización, mucho menos posibilidades de que continúen con su chamba; crueldad pura de un gobierno que se dice humanista,
EL SENADOR chihuahuense Rafael Espino de la Peña, hizo un nuevo llamado a la Comisión Nacional del Agua (CNA), para que informe a detalle, el estatus de las presas del norte del país y en específico las de Chihuahua.
El legislador muestra preocupación ante la sequía que ya se registra en su tierra, pero además, por la eclipsada dependencia federal.
Es un segundo llamado, pero conociendo a Espino no habrá un tercero, sino una notificación de comparecencia para titular de la CNA ante el Senado.
El argumento central del senador es que, si no se conoce o se tiene un diagnóstico integral, no se pueden prever o tomar las medidas necesarias para otorgar paliativas para el campo chihuahuense.
Ni los hombres del campo, ni los industriales o generadores de energía eléctrica, se van a cruzar de brazos para esperar la lluvia.
Parecería que la CNA sí, el senador lo sabe la petición de información es muy fuerte, pero también sería.
La sequía en el norteño semi desierto no puede esperar; menos cuando en el centro del país llueve un día sí y el siguiente también. Lástima que no siembran ni una calabacita mayera.
LA DIPUTADA panista Carla Rivas ha retomado la vieja iniciativa para que los legisladores que faltan a sesiones del pleno y a las comisiones se les descuente de su salario el día o días que falten.
No sabemos el destino de la iniciativa, que de entrada suena justa, pero por algo siempre congelada en comisiones.
Es de obvio razonamiento que yo patrón no me voy a descontar un día de salario o de las ganancias quincenales.
Así razonan los legisladores locales, sino no hay que ver las inasistencia de del diputado Omar Bazán Flores y otros de Morena y nos quedarían debiendo.
El caso es que con o sin iniciativa a los faltistas mínimo se les debería descontar del salario sus ausencia, justificadas o no.
Es cierto que no trabajadores de la maquiladora, pero por la “alta representación popular” por lo menos deberían de tener dignidad, mejor dejar el lugar a quien si desee trabajar.
No es posible que por una iniciativa que ellos mismos deberán aprobar (o rechazar) se les obligue a asistir.
En realidad es vergonzoso llegar a esos extremos, pero también son una realidad las faltas y que se permita que asistan de manera virtual, eso sí con videocámara apagada y el micro, sólo cuando se pasa asistencia.
¿Qué habrán negociado y con quién?, para tener esos exclusivos privilegios, sería una buena pregunta.