Reforma política PAN y Morena de la mano -A ver cuánto dura la luna de miel -Dany sin permiso de Maru -Ariel, no se raja
LAS DIRIGENCIAS estatales de PAN y Morena andan ahora, muy de la mano, para sacar adelante la reforma constitucional para el Estado de Chihuahua, la que antoja pueda llegar a buen puerto en este mismo año.
De continuar esta sinergia, no sólo en las dirigencias de los partidos, sino en los legisladores locales seguramente tendrá buenas posibilidades. Hay que reconocer que el cabildeo de tipo político, ha sido bien llevado por el coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Mario Vázquez Robles. Son quienes tienen la mayoría en la torre legislativa.
Tan es así que, en la presentación de la iniciativa en la Casa Chihuahua, el dirigente estatal del PAN, Gabriel Díaz Negrete de la mano del profesor, Martín Chaparro le dieron para adelante.
Su supone que la iniciativa consensada con todas las fuerzas políticas, llevará un largo tramo para mesas de análisis, consultas, foros y debates, tendrá final feliz, siempre y cuando no se presente una tormenta guinda en el trayecto.
Hay acuerdos iniciales entre los coordinadores de los grupos parlamentarios, pero también hay disidencia en ellos, sólo hay que recordar las incursiones del diputados Gustavo de la Rosa El Pichu y el abogado de a pie, Oscar Castrejón.
A reforma propone de manera sustancial modificaciones que, incidirían en universidades (públicas), organismos autónomos, el tema electoral, el desarrollo municipal e incluso se reflejará en los tres poderes.
NO HAY duda de que la diputada federal panista Daniel Álvarez, literalmente tomó un montacargas, e intentó abrir cuatro cruces de una avenida central en Ciudad Juárez, bloqueadas por las obras inconclusas del Bravobús que dejó tiradas el exgobernador Javier Corral Jurado.
No es la primera vez que la entrona legisladora actúa en mutuo. Ya había derribado casetas y contenciones en algunos centros comerciales, cuando se empezó a cobrar por los estacionamientos.
Esa acción desde luego le ganó simpatía y seguramente fue fundamental para ganar el único distrito que se llevó Acción Nacional en aquella frontera, en el pasado proceso electoral.
Esta noche la legisladora pernoctará sobre el crucero cerrado, el que no logró abrir. Desde la Presidencia Municipal morenista, le informaron que no es posible, por el riesgo que significaría para los automovilistas, pero allí pasará la noche.
Logra focalizar sobre si la atención de los juarenses, con una noble demanda, pero no debe de olvidar que la priísta, Adriana Fuentes, fue golpeada y encarcelada durante el gobierno del Corral, por una protesta similar.
Debe tener también tener presente que a la gobernadora María Eugenia Campos Galván, no le gustan este tipo de expresiones.
LA IDEA del delegado especial para la renovación de la dirigencia estatal Jorge Mead, va en sentido de construir una candidatura de unidad, para evitar fracturas posteriores entre los grupos intestinos del PRI.
Desde luego que buscar esta posibilidad sería sólo a través de declines o sumas del resto de los aspirantes, no se omite que por ahora la convocatoria, establece una consulta o votación abierta por parte de la militancia.
Pero si se logra la convergencia, entonces, sería válida y validada, en donde el beneficiario sería Alejandro Domínguez, expresidente interino en dos ocasiones.
El pero, por ahora, lo representa el exalcalde de Aquiles Serdán, Ariel Fernández, quien, según sus propias palabras no se rajará, se registrará en viernes y hasta donde la liga colapse.
En el fondo Fernández aparece con pocas posibilidades, en un escenario en donde en si no llega nada, nada pierde y se gana se lleva todo.
Sería una piedra en el zapato para una elección “democrática y transparente” como dice el delegado.
Pero aún en un escenario catastrófico, la piedra incómoda, se puede convertir en una joyita en la corona, por ejemplo, una diputación local.
Lo de Ariel no está descabellado ni fuera de control. En política al final del día, es decir, en la oscuridad, siempre se negocia, bueno por lo menos en el PRI y escrito sea de paso en todos los partidos.