*Chihuahua entre azul y buenas noches
*Rojo o amarillo, no hay más
*Los ricos quieren presenciales
*Bonilla asertivo VS pandemia
EN ESTE Momento el Estado de Chihuahua está en la estadística de la pandemia del Covi-19, entre azul y buenas noches.
Técnicamente y con base a los indicadores, se ubica a cinco puntos para colocarse en el color rojo de semáforo y a otros cinco (si son positivos), para avanzar al semáforo amarillo.
La estadística de la Secretaría estatal de Salud así la tienen en sus archivos, los que se modifican a diario y en cada quincena permiten, establecer el color correspondiente más sus restricciones.
De que dependerá avanzar o retroceder en el color; básicamente de tres de los 10 indicadores. El número de contagios, la ocupación hospitalaria y las defunciones.
De ahí partirá la próxima definición del pandémico color. Dicho de otra manera, si en los próximos 12 días. la estadística supera y se conserva en los mil 500 contagios o más, vamos al rojo.
Bajo esta condición, la ocupación hospitalaria se ubicaría en un 80 por ciento, mientras que las defunciones, avanzarían, pero se conservarían en los dos dígitos.
En este panorama Chihuahua sería colocado en semáforo rojo, sin que signifique o vayamos a un supercierre.
Para avanzar al amarillo, los contagios deben regresar a los tres dígitos (menos de mil), la ocupación hospitalaria al 60 por ciento y los fallecimientos por debajo de los 20 por día.
Obviamente que como se ha demostrado, las decisiones políticas son al final del día las prevalecen.
Pero también, resulta obvio que los famosos indicadores, están o son parte de evaluación o medición de la pandemia.
Incidir o modificarlos en un sentido o en otro, dependen mayoritariamente de comportamiento ciudadano. Por lo menos, se supone que eso se ha aprendido de esta prolongada pandemia.
POR cierto que el reporte inicial de la Secretaría de Educación y Deporte, tiene los números encontrados, en cuanto a las clases virtuales para el nivel básico.
La mitad, en este caso de los padres de familia, buscan o prefieren el regreso presencial y el otro porcentaje está de acuerdo en continuar de manera virtual.
Incluso la misma estadística que se ha aplicado en media y superior también muestra un empate en números redondeados, en donde están acudiendo en promedio un 50 por ciento de la matrícula permitida.
Por lo menos eso ocurrió en el primer día de clases en el estado de Chihuahua, los números seguramente van a variar, pero hasta el final del presente mes.
Desde luego no se deja de lado que el fin de semana, un grupo de padres de familia salieron a las calles y se plantaron frente a Palacio de Gobierno, para exigir el regreso a las aulas.
Llamó la atención que la marcha vehicular, se haya realizado en automotores de lujo extremo y la mayoría de reciente modelo, lo que finalmente nada tiene qué ver, están en su derecho.
Sin embargo, por la capacidad económica demostrada, seguramente de intuye que sus hijos ya fueron vacunados en el extranjero, en El Paso, para no irnos tan lejos.
Baja esa condición y protección, se entendería que sean bienvenidas las clases presenciales para sus pequeños, bajo la consideración agregada de que, en los planteles privados o particulares los grupos son pequeños.
El pero es que los niños y adolescentes de las escuelas públicas, no tienen una sola vacuna y los grupos son enormes. En eso radica la pequeña y gran diferencia.
EN LA CAPITAL, resulta muy plausible que el gobierno que encabeza Marco Bonilla Mendoza, este destinado los recursos suficientes para ofrecer pruebas anticovid gratis a cualquier ciudadano.
El corte de esta semana indica que se realizaron mil 800 pruebas gratuitas para quienes requirieron de este test.
Si esta práctica la hubiera hecho los gobiernos Federal Estatal y los municipales, sobre todo en donde existe una mayor concentración poblacional otro gallo nos hubiera cantado y no sería el pasión que ni un vaso de agua otorga al sediento.
El programa municipal de prueba covid o anticovid, continuará todo el mes; es una acción que otorga certeza a quienes lo requieren, pero además, se agradece que sea de manera gratuita.
Sobre todo cuando los laboratorios, farmacias y centros hospitalarios, están haciendo su agosto en enero, ante y hasta miedo que padecen los capitalinos en esta aleada provocada por la variante Ómicron del coronavirus.