La desprotección civil -Confort y buen cheque -Loera ya lo sabía – Amarrillo; muchas muertes
POR los extremos de los fenómenos naturales que se viven en el Estado de Chihuahua, supondrían la obligación de contar con una extraordinaria institución de Protección Civil en la entidad.
Sin temor al error, se trata de proteger al civil, o expresado de otra manera, de salvar vidas a través de la prevención y en los hechos, cuando las circunstancian así lo demandan. Protección Civil estatal no ha estado en ninguna de las dos tesituras.
Literalmente la misión de Protección Civil en el Estado dice: “Somos una institución con vocación de servicio que fomenta la cultura de la prevención y la autoprotección con el objetivo primordial de salvaguardar la vida, los bienes y el entorno, utilizando para ello métodos vanguardistas para prevenir, mitigar, responder y recuperar a los habitantes del estado de Chihuahua de cualquier contingencia, manteniendo una constante coordinación con el sector público, privado y social”.
Suena bien, pero en los hechos no acreditan tal Misión, en esta versión en donde la institución existe casi sólo de nombre, pero eso sí con una nómina muy generosa.
Ya no están, a diferencia de administraciones anteriores, en acciones concretas de prevención, mucho menos en acción y auxilio de los necesitados.
Lo que es peor, no ya existen declaraciones de emergencia, pese al frío y calor extremo; incendios forestales, lluvias atípicas, arroyos anegados, inundaciones y hasta derrumbes.
Antes desde el titular con los Isaac, los Virgilios, los técnicos y hasta los voceros Navarro y Paco, estaban en el campo de batalla, en donde se les requería. Ahora todo es la comodidad desde el escritorio.
Lo más destacado de Protección Civil estatal, es el envío de un reporte climatológico, un buen copy paste del Servicio Meteorológico Nacional.
De su titular, Ana Gómez Licón, en su total anonimato y en su zona de confort, nos enteramos de su existencia gracias a FaceBook en donde los chicos de la dependencia, la felicitaron por su onomástico en el concluido fin de semana. De plano.
EL EX ASPIRANTE la gubernatura por Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, se ha convertido en un experto meteorólogo. Ahora dice que ya sabía que iba a llover en Chihuahua y de manera tan abundante, que las presas que fueron saqueadas, volverían a llenarse.
Ojalá y así sea, que su pronóstico se cumpla por el bien de Chihuahua y en particular por los agricultores de la Cuenca del Conchos.
La contrariedad para el ex candidato es que no llovió durante la campaña y efectivamente, como lo sugiera hubiera cosechada miles bien en los 18 municipios del centro sur, más Aldama, Coyame y Ojinaga, que también dependen en sus actividades del agua de las presas de sur.
Claro suponemos que hubiera si hubiese llovido meses atrás, se habría colgado el milagro de la lluvia, como ahora lo hace, pero la derrota no se puede modificar.
Es tal su enojo que ahora dice la sequía que se registró meses atrás, fue motivo para que la ultraderecha manipulara a los agricultores (es su contra) con los resultados electorales que todos conocemos.
Loera es irreflexivo, esta muy alejando de la autocrítica. Primero culpa a las instituciones electorales, a la Iglesia, luego a los periodistas, los empresarios a los agricultores y ahora a la abstracta utraderecha. Nomás le falta San Pedro y San Isidro El Labrador.
Mucho ego destructor de la humildad… bueno cuando realmente existe.
Asimilar la derrota es tan importante como asumir la victoria; ahí esta Corral y sus resultados, nunca se asumió como gobernador, porque no pudo o no quiso, para desgracia de los chihuahuenses es lo mismo.
Vivir en el rencoroso dolor para nadie es aconsejable; menos deseable.
SE SUPONE que este día sesionará el Consejo Estatal de Salud, si es que todavía existe, para oficializar que el Estado de Chihuahua continuará en el color amarillo del semáforo de la pandemia del Covid-19.
Dicho por López Gatell, Chihuahua deberá esperar otra quincena para pasar al soñado color y contaminado color verde en el semáforo pandémico.
Desde hace quince días ya estaba en el presupuesto, pero el Corral, decidió esperar otros 15 días para conocer el comportamiento de los contagios, luego de las elecciones y de pasada los festejos por el Día del Padre.
De hecho el antigolpista subsecretario de Salud federal, López, tiene pintado al Estado de Chihuahua de color verde, no por el semáforo, sino como por entidad de bajo riesgo.
La estadística oficial arroja que los contagios no han llegado a los tres dígitos en los últimos 15 día; que la hospitalización está por debajo del 50 por ciento y que las defunciones están también en dos dígitos.
De los 10 indicadores que se supone que se evalúan, lo tres anteriores son los que definen el color del semáforo. Entonces para qué tanto indicador, pero en fin.
Lo que resulta preocupante, son los dos dígitos en fallecimientos, pues a diario se reportan 20, 30 y hasta más 50 muertes por Covid.
Ojalá el elevado número de muertes, no sea la causa de la baja en hospitalización, o que por desgracia, los enfermos y fallecimientos, se estén presentando en las casas.
La alta tasa de mortandad en Chihuahua desalentaría cualquier intención de pasar al semáforo verde, por eso otra quincena en amarillo.