Ningún presidente en la historia del país había sido tratado con tal desdén por sus correligionarios, como Claudia Sheinbaum ayer en el Zócalo. Observé varias veces la escena del “descuido por la emoción del momento” y no puedo sino concluir que la grosería fue con premeditación, alevosía y ventaja, una pequeña conspiración de los alineados con López Obrador contra Sheinbaum. Obviamente planearon el momento: Andy deliberadamente de espalda como esperando a su novia en el parque; Luisa María la ve acercarse hacia ellos y en vez de voltear a saludarla apura la foto; Adán Augusto mirando al otro lado apresuradamente, como si le hubiesen gritado “ese mi Adán”; Manuel Velasco señalando con el índice hacia ninguna parte y jugando con los lentes; Monreal en la pendeja, fingiendo que cacha moscas. Y en todo caso, si realmente estaban distraídos, todos y al mismo tiempo, justo cuando la presidenta pasaba tras ellos, ¿porqué no los previno el fotógrafo, quien la tenía de frente?. Era un movimiento planeado.
Después vinieron las disculpas públicas, otra burla, son disculpas del tipo “es que mira”. Vamos a creer que un viejo lagartón como Adán Augusto se distrajo por “la emoción del momento”, y otro de la misma catadura, Monreal, porque “lo contagió el entusiasmo que se desbordaba”, ¿en serio?. Manuel Velasco fue menos cínico, en sus redes dijo “estoy reunido con el senador Adán Augusto López y con el diputado Ricardo Monreal. Le ofrecemos una disculpa a nuestra Presidenta”, pero se justifica en la misma mentira del “estar emocionados”, como si fuese el primer mitin del Zócalo. Luisa María Alcalde otra burla, responsabilizó a la oposición por desviar la atención, y Andrés López apareció con una retórica demagoga hablando de solidaridad con la presidenta, sin referirse al episodio. Para disculpas así, mejor se las hubiesen guardado. Da la impresión que también lo hicieron pensando en rematar la grosería.
Me pregunto que les hizo CSP para que el coordinador de los senadores, el coordinador de los diputados, el presidente de un partido aliado, la presidenta del partido oficial, el hijo del tlatoani, los más empoderados del populismo, le den trato de oradora secundaria en el evento donde se suponía debía ser actriz estelar. Desde el domingo en la tarde se habla del desaire, no de lo que quiso comunicar la presidenta. Para desaires involuntarios ya es mucho, no la han dejado gobernar desde que llegó. El primer insulto fue durante la elección de la presidenta de la CNDH, cuando rechazaron la propuesta de Sheinbaum y reeligieron a la favorita del Tlatoani. Sufrió otro enorme golpe público con la iniciativa contra el nepotismo, pospuesta para el 2030 por los mismos de la foto, alegando motivos de unidad partidista. ¿Cuándo invocaron esa unidad en el sexenio anterior?. Jamás, obedecían presurosos y sin preguntar. Hay otros, pero los dos citados y el de ayer son los más insultantes.
La confrontación al interior del régimen, por lo visto entre los empoderados, está llegando a momentos de ruptura. Sólo imagine lo que dijeron ayer y seguramente están diciendo hoy en privado los pocos leales a la presidenta, por ejemplo el senador Cravioto, el diputado Ramírez Cuéllar, la diputada Jiménez, la secretaria de Energía, Luz Elena González, por citar algunos a quienes podemos llamar “claudistas”. Porque ellos, como la presidenta, no se tragan la explicación de que fueron víctimas de la emoción momentánea, viven desde adentro y en forma directa los brutales desencuentros, conocen los motivos y la mente perversa atrás de ellos. Tampoco se chupan el dedo pensando en que los desaires son ordenados por el hijo, saben con absoluta certeza que los manda el padre, donde quiera que esté agazapado.
Si la presidenta Sheinbaum quiere transitar los primeros tres años, necesita dar un poderoso golpe de autoridad sobre la mesa. Los primeros candidatos para mostrarse fuerte son Adán Augusto López y Ricardo Monreal, los más “emocionados” o podría empezar por el gabinete, con Rosa Isela Jurado, por ejemplo, o ir a los eslabones más débiles, Rocha Moya, Rincón, Cuauhtémoc Blanco, tres exgobernadores impresentables del obradorato. De no hacerlo, la pandilla de brutalistas terminará dejándola como piltrafa política. Son implacables en sus desafectos.
Rompeolas
Un agente de la SSPE detenido en circunstancias sospechosas. Que estaba en proceso de baja, explicó la Secretaría. Primero el muerto también con asuntos extraños, luego el detenido. Híjole, yo empezaría por marcar distancia, esos escándalos son de los que manchan con mugre indeleble. Luces rojas están encendiéndose en una de las secretarías más importantes del gabinete. Aguas.
………………..
El espanto de los crematorios en Jalisco, a cincuenta kilómetros de Guadalajara, es pasto fresco para los halcones de Trump. Pero reflejan el horror en que viven millones de mexicanos, sufriendo con las desalmadas organizaciones criminales que actúan en absoluta impunidad, realizando levas y con sus propios cementerios clandestinos, a la vista de gobernantes corruptos. Si, el país venía descomponiéndose desde los tiempos de Felipe Calderón, con López Obrador se pudrió por completo. A ver si CSP, espueleada por Trump, consigue revertir la línea de muerte.