En la inmediatez de los tiempos actuales, los gobernantes se dedican más a conseguir el cargo siguiente que a cumplir con sus deberes. Termina la elección a presidente municipal, por ejemplo, y al otro día inicia la de gobernador. Son taras de la frivolidad política y la falta de consistencia de los políticos hechos en las redes.
De los aspirantes oficialistas he hablado en anteriores entregas, hoy hablaré de los opositores. Ayer la gobernadora Campos convocó, lista personalmente elaborada por ella, a varios de los perfiles claves en la interna panista, tanto asesores políticos y técnicos como aspirantes.
Los nombres son conocidos: Marco Bonilla, César Jáuregui, Jesús Valenciano y Gilberto Loya en calidad de aspirantes. El siempre confiable Pepe Granillo, el asesor discreto Jordy Herrera, y el oscuro genio estadístico del Dhiac, Gabriel Díaz, entre los invitados especiales. Obviamente asistió Daniela Álvarez como presidenta del PAN y operadora de la contienda.
Sobre el contenido de la reunión ha trascendido poco, desde luego la gobernadora pretende mandar un mensaje de unidad hacia afuera del partido, poniéndose ella como la conductora del proceso interno. Probablemente la reunión tenga que ver, en parte, con las versiones de un dudoso desencuentro de Maru con Bonilla, hasta hoy el favorito del PAN.
Aparte del mensaje obvio, vale la pena recuperar ciertos hechos que bien leídos proporcionan luces sobre el proceso del PAN. Primero la discreción con que se manejó Gil Loya durante la reunión, lo que seguramente se debe a que días antes la gobernadorale habría puesto un “detente”, obligándolo a cancelar su precampaña. Si lo invitó fue de cortesía, no por que traiga boleto.
El otro asunto tiene que ver con Daniela Álvarez, pues su condición de mujer la coloca entre las competidoras, aunque se responsabilidad sea la presidencia del PAN. Daniela aparece con muy buenos números, según una encuesta mostrada en la reunión, aparte de que los siempre inesperados temas de genero hacen que su nombre adquiera relevancia.
César Jáuregui, el mejor formado políticamente, siempre ha dicho que su pretensión es la presidencia municipal, mostrando simpatía por Bonilla para la gubernatura. Pero César conoce una máxima de la vida: “cuando te toca aunque te quites, cuando no aunque te pongas” (los palurdos en la barrio de las chivas lo dicen de otra manera). En esa tesitura está, dentro y fuera del partido lo ven como un competidor macizo a la gubernatura. Aparte tiene altos niveles de conocimiento en la entidad.
Valenciano ha sido muy listo, atisba desde la discreción intentando colocarse como el número dos de cualquiera. Si los dados se cargan para Bonilla y por la razón que usted quiera no cuaja, ahí esta Valenciano para el relevo inmediato; si favorecen a César, igual. Es una versión del artemista “yo con cualquiera hago par”, tropicalizado hacia esta interna en particular.
Hace bien la gobernadora asumiendo la conducción del proceso interno, es su responsabilidad como jefa política de la oposición local. Uno dirá que falta mucho pero los tiempos han cambiado, como dije al inicio, ahora las campañas son permanentes. Sólo dejo un apunte voluntarioso: la unidad se construye todos los días con enorme esfuerzo y disciplina, nutrirla con generosidad porque se rompe y volver a construirla es imposible. El proceso interno de la oposición camina.
Rompeolas
En la reunión de ayer el gran ausente fue Mario Vázquez, único senador panista por Chihuahua y, uno pensaría, aspirante a la gubernatura por definición de cargo. Pues no, quedó fuera de la convocatoria. Lo fácil sería responsabilizar a Daniela, es público su caso personal, pero la lista quedó definida por la gobernadora. Mario entenderá las razones.
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Durante la celebración del día nacional de la Bandera, Jesús Valenciano se dio un tiempo para enviar un guiño a los maestros, con el tema de la reforma al ISSSTE. Ya ve, los populistas de la cuatroté quieren restarles derechos adquiridos de tiempo atrás. Valenciano se solidarizó con ellos y a cambio recibió un efusivo aplauso. Tiene empatía y sentido común el edil deliciense.
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Mientras Omar, Maurilio, ¿Edibray? (la pregunta es porque siempre nego su intervención, pero con frecuencia los hechos lo traicionan), dan manotazos queriendo seguir apalancados en la Canaco, ahora impulsando a Lazarotto, Sahír Rentería hace su esfuerzo desde afuera. Esta mañana se tomó la foto con Daniela Álvarez y la promocionó en redes, para efectos de lo que se pueda ofrecer. Ya chole con los mismos de siempre, acabaron con el prestigio de una cámara que ha dado gobernadores y presidentes municipales.
