Atónitos por las deportaciones masivas anunciadas por el Atila de nuestros tiempos, ya puestas en práctica, los funcionarios mexicanos habían perdido de vista a su gobernados. Así lo dejaron ver en su narrativa: que recibiremos y atenderemos a los migrantes respetando sus derechos humanos, que les daremos dos mil pesos, que los asistiremos en condiciones dignas, que los ayudaremos con el transporte.
Así estuvieron hasta que hoy la gobernadora Campos reparó en las legítimas preocupaciones de muchos juarenses; la seguridad y su bienestar social en una Ciudad que pronto podría estar tomada por extraños. Junto a la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, y al edil Pérez Cuéllar, Maru envió un mensaje de solidaridad a la comunidad fronteriza, diciéndoles que “pueden estar tranquilos y seguros de que los tres niveles de gobierno seguirán velando por su seguridad”.
Por supuesto que no acuso, como Trump y sus rapaces, a los migrantes de rateros o delincuentes. Se han dado casos y seguirán dándose de quienes delinquen como medio de vida, pero son minoría. Sin embargo esas minorías generan reacciones de alarma entre la población, con sincera preocupación por su bienestar y su patrimonio. Imposible evitarlo, imagínelos en sus patios traseros, sus parques, colonias pensando en la forma de subsistir. No está padre.
Y luego la rapiña de criminales en torno a ellos, queriendo aprovecharse de su vulnerabilidad para esclavizarlos de diversas formas, usándolos para sus actividades delictivas: trata, distribuidores, halcones y sabrán ellos cuantas más, desde los abrazos y no balazos la actividad del crimen se diversificó a escala inimaginable. Hasta el control de los polleros tienen ahora, aseguran que cobraban seis mil dólares por cada migrante que pasaba el túnel. Jugoso negocito.
El mayor drama humano, desde luego, es de los migrantes; corren de su país por hambre y violencia para luego ser tratados inhumanamente por el Imperio, sin que tampoco los quieran en México. Es una condición muy lamentable, reflejo de la desigualdad social que define la historia humana.
Pero también la sociedad que los recibe, en el caso de México forzadamente, altera su ritmo de vida, sintiéndose acosada en su propia ciudad, barrio o incluso domicilio. Maru entendió esa angustia, por eso el mensaje de hoy y la insistencia de sacarlos rápidamente de nuestras ciudades. Que tragedia para esos pobres seres humanos, por no encontrar su lugar viven en angustia permanente.
Rompeolas
Con el tema de los migrantes Ariadna Montiel pudo ir a Tijuana, Reynosa, Matamoros o cualquier frontera. Eligió Juárez para estar unos días, disque al pendiente de las deportaciones. Es el pretexto para echar su meadita y marcar territorio, confirmando lo que mucho se ha dicho de meses atrás, que se encaprichó con Chihuahua y quiere la gubernatura. Si realmente decide jugarla, abusados los dos acelerados más visibles de su partido, Ariadna si trae parque con qué quererlos y se mueve con fuerza propia.
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Fuentes juaritas reportaron que la principita en oficio de senadora tapizó con su imagen Ciudad Juárez, con espectaculares en las principales avenidas. Ya se le hacía tarde, Cruz tiene tapizado todo el estado, particularmente la capital. Deberían auditarlos, pongamos que colocó 50, bajita la mano a 30 mil cada uno hablamos de un millón y medio de pesos mensuales. Como preguntó el innombrable, ¿quién ponpó?. No te acabes Adán, todavía faltan tres años. Mismo caso de Cruz, sólo que multiplicado por dos, calcule cien espectaculares en toda la entidad, mínimo, y le dan tres millones cerrando números. Chulada de políticos oficialistas, mirando a la derecha se asombran de la corrupción, volteando a la izquierda se embarran hasta el cogote.
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Que César Jáuregui quiere regresar antes del tiempo recomendado por los médicos a la oficina, está desesperado. Toda convalecencia exige paciencia, la gente se desespera de sus limitaciones físicas y encerrona obligada. Puede no gustarles, pero las recaídas por impaciencia son peores y frecuentemente se pagan a precios altos, se conocen muchos casos que por desesperados pierden el tiempo ganado. El trabajo como la política seguirán ahí, esos no se acaban por estar uno ausente. Paciencia Cesar, paciencia.
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Oficialmente las clases en nivel básico no están suspendidas, pero los maestros han demostrado un temor patológico a las bajas temperaturas, por cierto esta semana que pasa ya no tan bajas. El ausentismo ronda el 70 por ciento y en muchas escuelas los mismos maestros regresan a los niños que “se atrevieron” a ir. De los doce días que debieron estar en clases desde la fecha oficial de regreso, han acudo si acaso cuatro y en buena medida tiene que ver con maestros holgazanes que provocan el ausentismo. Apriétalos, Hugo, recuerda que los líderes del SNTE son de los que les das la mano y te agarran el pie.