El peor enemigo de un morenista advenedizo, es un morenista devoto. El que tenga dudas que pregunte a los queridos compadres, Cruz Pérez Cuéllar y Javier Corral, antes fervorosos panistas y hoy trepadores acomodaticios en el partido oficial. Las malquerencias tienen un origen común, los neomorenos saltaron al tren cuando ya estaba en marcha, los devotos de siempre sufrieron años de miserias y maltratos. No es negocio que ahora vengan otros a comerles el mandado, los ven ocupando espacios y despiertan sus instintos más primarios, quieren despellejarlos.
En el submundo de la política juarense se desarrolla una polémica entre el edil Pérez Cuéllar y el senador Loera de la Rosa, por la razón menos esperada; una obra pública. La presidencia municipal a cargo de Cruz realiza trabajos intentando solucionar el viejo problema de las vías férreas en el Centro de la Ciudad, pero lo hizo tan de malos modos que Juan Carlos Loera cabildeó para suspenderla y se salió con la suya, la SCT ordenó frenar los trabajos.
Trágame tierra, los últimos alcaldes juaritos se han caracterizado por meter la mano hasta los codos en el cajón (¿cierto Armando?), sin hacer mejoras a la esforzada ciudad, y cuando uno lo intenta lo hace tan mal que compañeros de su propio partido se interponen para frenarlo. Desde luego, en la acción de Loera hay motivaciones políticas, pero si Cruz hubiese hecho las cosas correctamente, jamás detienen las obras. Si, es un round para Loera.
El otro ejemplo de antropofagia política llegó desde el senado. El senador Gerardo Fernández Noroña amonestó a su nuevo compañero de partido, Javier Corral. El tema es conocido, Corral votó contra la línea del tlatoani en la desaparición de los organismos autónomos, haciéndole al independiente, y Noroña lo llamó malagradecido, reconociendo de pasada que el gobierno de Morena usó ilegalmente a la Fiscalía de la Ciudad de México, para frustrar una orden de aprehensión contra Corral.
Un impresentable amonestando a otro, ¡en público!. Eso sólo sucede en el partido oficial, donde los grupos se despedazan unos a otros con ferocidad inusitada. En el caso de Corral no debería haber sorpresas sino sorprendidos, el que es traidor una vez es traidor para siempre. En este espacio advertimos varias veces Corral traicionaría en la primera oportunidad, está en ese proceso. Busca acercarse a Movimiento Ciudadano o comprar boleto a futuro para un posible desencuentro Tlatoani-CSP.
Lo que no sabe el miserable exgobernador de los dos hígados, el que tanto daño causó a Chihuahua con sus apetitos de venganza y la pereza que siempre lo acompaña, es que en Morena lo tienen bien medido, mandaron a Noroña con el saludito sólo para decirle que han tomado nota de su deslealtad. Como dijo Jaime García Chávez: “Corral debería recordar que en Morena aman la traición, pero odian a los traidores”.
Rompeolas
Congruentes con su tradición de hacer hasta lo imposible para no pagar impuestos, empresarios chihuahuitas protestaron, a través de sus cámaras, por la propuesta de elevar un punto porcentual el Impuesto Sobre Nómina, llevándolo del tres al cuatro por ciento. Por ahora la inconformidad está, digámoslos así, en los conductos que suelen usar en su relación pública con el Poder, pero en platicas privadas amenazan con elevar el tono, el caso es doblar a la Secretaría de Hacienda para que recule. Deberían ser más comprometidos con Chihuahua, reciben todo y no quieren aportar nada, encima dando espacio para que los diputados del régimen politicen el presupuesto, como lo está haciendo el coordinador en la bancada local, Cuauhtémoc Estrada. No deberían ponerse tan exquisitos, la mayoría recibe mucho más de lo que da, cuando piden no tienen llenadera y cuando se trata de dar se fruncen.
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De los cinco estados donde la Federación está incumpliendo con el pago del programa “Bienestar para el Campos”, tres son de oposición (Coahuila, Querétaro y Chihuahua), uno está fallido y su gobernado escondido tras el escritorio, Sinaloa, y otro donde su gobernador lleva años desatendiendo sus deberes por andar en la grilla partidista, Sonora. Valiente la lucha que sostiene Carlos Manjarrez contra la discrecionalidad con que la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, maneja los recursos públicos. Y eso que la señora sueña con ser gobernadora de Chihuahua, qué tal si no. Manjarrez ha logrado exhibir la mezquindad del régimen populista, sólo donde hay interés electoral suelta los recursos, castigado a los opositores.
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Como niña jugando con su regalo de Navidad se vio Maru Campos, al encender el árbol de la Plaza y abrir los juegos de la temporada; tobogán y pista de hielo, sillas voladoras y más. Acompañada de su prometido, Víctor Cruz, se aventó en la pendiente artificial mostrando una sincera sonrisa de felicidad. Bien por la gobernadora, el poder no sólo es para poder, como decía Elba Esther Gordillo, a veces también es para divertirse. Trabajo que no se disfruta se vuelve pesada rutina, es obvio que Maru lo está disfrutando.
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Se adelantó Francisco Flores Aguirre, pensador universitario que durante décadas impartió clases en la Facultad de Filosofía. Ahí lo conocí, excelente ser humano y gran humanista. Con el pseudónimo de “Unga” firmaba un breve pero profundo editorial en El Heraldo. La facultad pierde a uno de sus maestros queridos. Que Dios lo tenga en paz, era un filósofo creyente. Mi saludo solidario a su viuda y a sus cuatro hijos, entre ellos Francisco Flores Legarda, el mayor.
