Don Luis Héctor Álvarez llegó a la oficina de Felipe Calderón con la renuncia firmada, a la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas. La puso sobre el escritorio del presidente con la promesa de hacerla efectiva, si negaban a Javier Corral su registro en los primeros lugares de senadores para la elección del 2012. Corral había perdido abrumadoramente la elección interna del “batidero” contra Cruz Pérez Cuéllar y Carlos Borruel, pero el viejo santón y coautor de las concertasesiones salinistas lo rescató; el entonces presidente cedió a la exigencia y Corral quedó apuntado entre los primeros lugares.
Ante los suyos siempre aceptó que sin la senaduría exigida por Don Luis jamás hubiese llegado a la gubernatura, reconociendo la deuda de gratitud perpetua que tenía con él. Nueve años después, meses previo a entregar el gobierno, se presentó ante Corral la oportunidad de pagar la deuda adquirida. Fernando Álvarez Monje, sobrino y ahijado político de Don Luis, para entonces fallecido, recibió la oferta de ser presidente municipal de Chihuahua, a cambio de que Corral abandonara su actitud rijosa contra la candidata al gobierno. Sólo eso le pidieron, un tiempo de paz.
La negociación se realizó en las oficinas del CEN panista, con la presencia del aspirante perdedor, Gustavo Madero. En vez de llegar al encuentro de los acuerdos electorales, Corral hizo públicas declaraciones contra la candidata, cancelando la posibilidad de que Álvarez Monge, quien lo había acompañado con lealtad en su gobierno desde la coordinación del Congreso, fuese presidente municipal. Con ese desplante de soberbia infinita pagó al difunto icono del PAN haberlo hecho senador y ponerlo en el camino de la gubernatura.
Cuando protestó el cargo de gobernador, ante un Centro de Convenciones expectante, Corral prometió que su administración sería la mejor y más transparente de la historia. Especificó que si alguno de los funcionarios, así fuese el más cercano o el más entrañable amigo del Partido, incurría algún acto de corrupción, sería presentado ante la Justicia por él mismo. La declaración literal está contenida en el texto del discurso.
Estando ya en ejercicio, protegió en el despacho del gobernador, en ese momento su despacho, a quien fuese jefe de Comunicación Social, Antonio Pinedo, sabiendo que había malversado fondos cuyos desvíos estaban observados por la Auditoria Superior del Estado. Faltó a su palabra de presentar ante la Justicia a colaboradores acusados de corruptos, así fuesen de los más cercanos. Aparte del caso Pinedo, hoy en prisión, existen otros señalamientos públicos, por ejemplo contra quien fuese su Secretario de Finanzas, hasta el día de hoy en fuga.
En septiembre del 2020, durante la crisis del agua, Corral hizo una estridente declaración contra el presidente López Obrador: “Es ruin, es vulgar la manipulación que hace el gobierno de la República de la información. Lo primero que hay que lamentar es la tragedia de México; haber pasado de un presidente corrupto y corruptor como Peña Nieto, a un presidente que siembra el odio, que manipula y falta a la verdad, y ese es López Obrador”.
¿Que hizo después?, En cuanto Maru Campos ganó la interna contra Gustavo Madero, Javier Corral empezó a operar con la intención de entregar el estado a Morena y hoy es uno de los principales aplaudidores de López Obrador, de quien antes dijo es un “manipulador y sembrador de odios”. Lo defiende sin convicción, con el estribillo de que “no le perdonan su popularidad y ser el mejor presidente del país”. Tuvo incluso la pretensión de ingresar al gabinete de Claudia Sheinbaum, en la Secretaría de la Función Pública.
Dejo tres datos de muestra como ejemplo de que Javier Corral es un eterno farsante, un profesional de la simulación, manipulador compulsivo, político que acomoda “principios” a la necesidad de sus intereses coyunturales. Tiene un ego tan ensanchado que, con la desfachatez de quien se asume moralmente superior, declara que “él no dejó al PAN, el PAN lo dejó a él cuando se apartó de sus principios”.
Por eso no me extrañó la investigación en su contra que realiza la Secretaría Estatal de la Función Pública, por el tema del terreno que se adjudicó, presumiblemente de forma fraudulenta, contiguo a su casa en Juárez. Me extraña que todavía existan personas que sigan creyendo en él, conociendo su historial público de contradicciones. Lo del terreno sería menor, debe ser investigado también por imponer contra la ley a Luz Estela Castro en la Judicatura local y las consecuencias funestas que derivaron de sus actos, los cien millones del despacho en Ciudad de México denunciados por la ASE, sus ocultas relaciones de negocios con exfuncionarios de su gobierno y la vida de lujo que lleva sin haber trabajado en tres años.
Vendrá a victimizarse mintiendo de frente mientras imposta la voz, desparramará sobre “sus acusadores” la usual narrativa infame intentando revertir acusaciones, sus respuestas estándar cuando está señalado. Sin embargo su trayectoria de vida lo desacredita, es tan ruin, corrupto y desleal como los políticos que dice detestar. Sin filtros frente al espejo, se vería igual que los duartes, cruces, noroñas, alitos y otros tantos oportunistas del medro y la sumisión abyecta.