*Frena Maru distribución de libros 4t
*Es una ofensiva criminal del autoritario
*Muy comprometido Francisco Sánchez
*Hasta tv azteca condenó el atentado
*El pensamiento estratégico de Serrato
Como muchos esperaban, la gobernadora Campos ordenó detener la distribución de los libros de texto versión cuatroté, compendio ideologizado por un activista venezolano que la SEP contrató clandestinamente para redactar los nuevos textos. Con ésta decisión Chihuahua se suma a los gobiernos de Guanajuato, Jalisco y Nuevo León como los únicos que expresamente han detenido la distribución. Supongo que pronto lo harán Querétaro, Aguascalientes y Yucatán.
La narrativa detractora hizo un lugar común llamar “criminal” a ciertas acciones de los gobiernos. Esta ofensiva contra la niñez no admite mejor calificativo; es una vileza criminal contra la infancia tratar de adoctrinarlos en ideologías genocidas que la historia reprobó, en la que millones, cientos de millones, perdieron la vida o su libertad.
En esa tarea está empeñado el gobierno del presidente López Obrador, un político añorante de los años 30 cuando los Marx Arriaga de aquellos años pretendieron dar carácter de obligatorio a la educación comunista. Casi un siglo después estamos regresando a la misma discusión.
No hablaré de éste siniestro personaje ni del activista que trajo de Venezuela, ellos son títeres en manos de un impulso casi patológico que se ha propuesto destruir las instituciones nacionales para levantar sobre sus escombros un régimen autoritario de libertades negadas, exaltación a la pobreza, el desprecio por la ciencia, las artes y el conocimiento sistematizado en general.
Es López Obrador quien contrató a estos sujetos y les dio manga ancha para desplegar sus frustaciones juveniles en los textos; es el presidente quien autorizó los nuevos textos y es el presidente quien pisotea un ordenamiento judicial para frenar su distribución. No busquemos culpables en esas pequeñas mentes retocidas, el autor del atentado contra la niñez mexicana tiene nombre y apellido, se llama Andrés Manuel López Obrador, es originario de Macuspana, Tabasco, tiene su residencia en un Palacio Virreynal y a su servicio una legión de aduladores incondicionales a los que legítimamente podemos llamar amlodependientes.
Con un agravante, el crimen en proceso es con absoluta consciencia. Uno de sus mantras más socorridos es que “el pueblo decide” y lo repite como estribillo grupero de moda. ¿Porqué decidió pisotear la ley evitando la participación de padres de familia y especialistas mexicanos en pedagogía?.
Él sabe que los mexicanos, incluso muchos de los 30 millones que apoyaron su proyecto, están en contra del atentado flagrante. De otra forma no lo hubiesen redactado en la clandestinidad, al amparo de algún sótano lúgubre, en la más absoluta opacidad. Son conscientes del crimen que están cometiendo, saben que la mayoría de los padres rechazan su ideología pero siguen adelante movidos por la perversidad de someter a la sociedad, adoctrinando a su niñez.
Los nuevos libros de texto son la semilla que pretende sembrar para consolidar su régimen demencial, populista y autoritario. La pesadilla está de vuelta casi cumplido el primer cuarto del siglo XXI, los mexicanos libres tenemos la obligación de conjurarla, va el futuro del país en juego.
Rompeolas
Muy activo y comprometido el diputado Francisco Sánchez, Movimiento Ciudadano, contra la distribución de los libros de texto, campaña a la que también se han sumado varios diputados del PAN. Es lo mínimo que se esperaría de ellos, sólo una sugerencia no pedida: eviten declarar que se trata de textos al vapor o hechos sobre las rodillas, son textos muy bien pensados, con el objetivo claro de formar una sociedad ignorante, resignada en la pobreza, subdita del tlatoani en turno, condiciones en las cuales florecen régimenes como el que pretenden imponernos. Su idea es enajenar el espíritu de la niñez como lo hicieron perversos dictadores del comunismo internacional.
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Me llamó la atención que el principal vocero de TV Azteca, Javier Alatorre, se pronunciase abiertamente y de forma muy enérgica contra los infames textos de la cuatroté. Interesante, pero no veo en ellos un golpe de timón del magnate Salinas Pliego, los millonarios no tienen más interés que el dinero y el régimen le ha dado a manos llenas. Veo sí, un signo de la polarización que esa ofensiva contra la niñez está potenciando en todo el país, ya de por si partido en dos por quien tiene la obligación constitucional de unir a los mexicanos.
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Una vez que salió del gabinete, por cierto no de la mejor forma, Luis Serrato dejó en sus redes el siguiente mensaje: «La visión de futuro es el primer paso. La planeación el segundo. Después viene la implementación y la revisión de los resultados. Así forjamos el País que queremos y merecemos. #CambiemosMéxico». ¿Su receta contra el autoritario o qué quiso decir? No tengo la menor idea, el pensamiento carece por completo de originalidad, es ordinario en todo sentido. Quizás siga confundido por el golpe que recibió. Sin embargo supongo que pronto se recuperará, el buen tocayo es político inteligente y pragmático.
