*Mal ejemplo del atrabiliario jefe de facción
*Su paranoia los consume; invocan violencia
*Cinco razones para estar enfurecido
*Maru rediseña su programa informativo
El fenómeno Xóchitl Gálvez no sólo está volviendo loco a López Obrador, también a sus lugartenientes más radicales. En redes circula un video donde el Fisgón, monero estelar de la Jornada y asesor principal del presidente en la devastación nacional, hace una reflexión que revela los pensamientos más oscuros y primarios de los hombres del régimen: “Si no les funciona Xóchitl Galvez, muy probablemente apueste (el Frente) por la violencia”.
Los violentos y antidemocráticos históricos pronosticando violencia electoral del Frente Amplio, once meses antes de las elecciones. En realidad están adviertiendo que para conseguir la permanencia del régimen ellos están dispuestos a recurrir a la violencia. La complicidad con los grupos criminales las tienen ellos, también las armas del Ejército regular, por supuesto todo el dinero y los recursos para financiar y movilizar grupos paramilitares ¡y hablan de la violencia volteando hacia los ciudadanos que buscan por las vias legales un cambio¡. Cínicos engañabobos, ese cuento que se lo trague su abuelita.
He dicho de manera reiterada que, con tal conservar el poder y dejar su nombre apuntado en la historia como el cuarto gran transformador de la patria, López Obrador es capaz de todo. Y cuando digo todo me refiero a literalmente todo: generar caos en las secciones electorales que les sean adversas, robar o quemar urnas, desalentar la participación, amedrentar candidatos, movilizar a los grupos criminales y hasta sacar el Ejército las calles con el pretexto de “pacificar a los violentos”.
Si once meses antes de las elecciones ha sido capaz de una infamia como valerse de las instituciones del gobierno para exhibir ilegalmente contratos entre empresas privadas, pensando en perjudicar a la precandidata que tanto los aterra, ¿De qué será capaz faltando once días para la elección, si su candiata -como todo indica- no despunta?. De todo, las trampas conocidas y otras nuevas, de generar un caos nacional tan intenso que le permita declarar ausencia de condiciones para la elección y cancelarla. Ahora mismo valora cualquier opción a su alcance.
Tengamos presente, jamás aceptará la derrota en un proceso democrático, por eso la importancia de arropar socialmente a quien será, con toda seguridad, la candidata del Frente y contribuir al entusiasmo social que despierte interés de los mexicanos usualmente apáticos, millones en todo el país, de manera que se involucren en el proceso electoral. Está muy demostrado que la participación ciudadana abundante inhibe cualquier intento de manipular las elecciones por parte de gobernantes antidemocráticos.
Es el único camino que nos ha dejado a los mexicanos libres contra la feroz ofensiva del poder. Los tiranos de todos los tiempos temen a los ciudadanos de convicciones firmes, a los hombres y las mujeres capaces de pensar por sí mismos. Y precisamente la participación ciudadana abundante y decidida es el único instrumento legal capaz de resistir los impulsos autoritarios y situarlo en la realidad, la de un México devastado por ocurrencias setenteras traducidas en políticas públicas costosísimas e inútiles.
Ese temor a los espíritus libres lo experimenta hoy López Obardor. Se veía muy seguro, sobrado en el proceso electoral que se burlaba socarronamente de la oposición, hasta Xóchitl Galvez irrumpió en la escena, dejándolo atónito, desacomodado, furioso. Y tiene razones objetivas para espantarse, desde que llegó al poder la suya ha sido una frustración tras otra, en lo que se refiere a sus aspiraciones de construir un maximato. Nada le ha salido como imaginó y encima ve a la popular senadora como la continuidad de una maldición que inició con la farsa del plebiscito revocatorio, pues desde entonces han fracasado todos sus esfuerzos por asegurar su trascendencia más allá del sexenio.
El plebiscito al que pretendieron darle carácter de aprobación, “para que AMLo siga”, quedó en farsa. Después fracasó en su pretensión de someter al INE o convertirlo en docil instrumento al servicio de sus intereses personales, quedando hechos trizas su plan A y B. No pudo doblar a la Corte ni colocar a una ministra pelele en la presidencia, donde quedó una mujer valiente y digna. Fracasó en cada movimiento intentando socavar las instituciones democráticas que le permitirían ganar las elecciones antes de ir a campaña.
Ahora que tenía todo dispuesto para prolongar su mandato a través de una Juanita, en la persona de Claudia Sheinbaum, observa con horror que hasta esa decisión puede arrebatársela Xóchitl Galvez. Ha dicho que él no cometará el mismo error de Cárdenas, quien hizo presidente un moderado como Manuel Ávila Camacho, en vez de transferir el poder a José Mujica, un radical de la izquierda. En Claudia ve a Mujica y en Marcelo a Ávila Camácho. Pero si la jefa de gobierno sigue bajando y Xochitl subiendo, probablemente se vea obligado a modificar su decisión termine postulando al moderado, más competitivo electoralmente que su juaniata.
Intentando afianzar el maximato ha fracasado en cada uno de sus movimientos y de pronto emerge una senadora a la que no tenía en el radar y le cambia el panorma, primero colocándose como favorita de la gente y luego abriendo la posibilidad de forzar un cambio en la decisión tomada. Es muy lógico su enfado, comprendo su reacción de energúmeno y atrabiliario jefe de facción.
Pero como digo, la solución a sus arrebatos autoritarios está en la sociedad. Hagamos del 2024 una fiesta democrática contra el vulgar y ambicioso autoritarismo. Ni con todo la fuerza del poder y su arrogancia podrá ganar si la gente sale copiosamente a votar.
Rompeolas
La gobernadora Campos ordenó posponer su programa informativo, seguramente el formato no le gustó del todo. Ella se maneja con maestría de actriz profesional en cualquier escenario, pero quizás esté más cómoda mostrandose como una gobernadora ejecutiva, sin que tenga que permanecer necesariamente atada a un set televisivo. Supongo que lo están rediseñando para darle más contenido regional y en una de esas hasta de nombre le cambian, “Aquí con la Gober” es impersonal, por que no pensaron, en todo caso en ponerle “Aquí con Maru”, es como la identifican en todo el país y como ella ha crecido políticamente. Ya veremos, en una semana a dos estará al aire.