*Desde sus guaridas, las matronas celebran
*Nadie ha revindicado la violencia ¿por qué?
*Nien por el terrorista detenido, pero faltan
*De Panchito González, ¿han sabido algo?
*Mínima crónica del 8m-2024. Deben parar
Las mujeres han visibilizado muy bien las razones de su marcha. Marchan contra las violaciones, desigualdad salarial, golpes y maltratos psicológicos, manoseos, acoso sexual de parientes, maestros, jefes, matrimonios infantiles forzados y un largo etcétera. Son los abusos sufridos que generaciones anteriores callaron aunque se viesen desgarradas en su ser. Su marcha es legítima, sus reclamos justos, su exigencia la de muchos varones que aman a sus hermanas, hijas, esposas y que tienen madre.
Pero lo que no han visibilizado y ningún colectivo se atreve a revindicar con un sonoro e incuestionable “fuimos nosotras” y lo hicimos por estas y aquellas razones, es la violencia, la destrucción calculada de edificios históricos llegando al extremo de incendiarlos, el destrozo de bienes públicos y privados, la ofensa a transeúntes que cuestionan sus métodos, vejación a sacerdotes defendiendo el templo, las amenazas a comunicadores en ejercicio de su libertad de expresión. Nos han dicho porque marchan, pero no porque la violencia desaforada que incendia, destruye, ofende.
De todos los comentarios que he recibido a propósito de la entrega de ayer, muchos de mujeres esforzadas, trabajadoras que han sabido defender su dignidad y la de sus compañeras, reproduzco el que me hizo llegar una chihuahuenses desde Portugal. Transcribo textual: “Me acaba de hacer llorar, unas trabajamos muy duro para hacer camino al andar, ellas desde la frustración de su dolor siguen destruyendo. En éste momento en Europa, (estoy) buscando una nueva oportunidad que una mujer de Portugal me está dando y con mucho esfuerzo estoy aquí y ver desde lejos esos destrozos me duele y me hace pensar si es necesario seguir adelante cuando hay tanto enojo y destrucción entre las mismas mujeres de México. En este momento seguiré sus recomendaciones, me alejo de todas las mujeres con las que no estoy de acuerdo y me uno sólo a las que buscamos construir”.
Es lo que hacen las mujeres chihuahuenses, son trabajadoras, luchonas, echadas para adelante, defienden y exigen sus derechos no por que un colectivo le dijo, la valentía está en sus genes. Pero lo que vimos ayer en el primer cuadro de la Ciudad, puertas y ventas de Palacio incendiadas, grafiteada Catedral y mil destrozos más, es un atentado contra la sociedad chihuahuense y contra sus autoridades. Envueltas en la impunidad que ahora conlleva la invocación de “género”, se dan esas licencias delictivas. ¿Quién le dio el derecho a ir por las calles cometiendo cualquier trapacería, justificadas en los abusos y violaciones históricas?. Insultando y destruyendo quieren cambiar una sociedad que les disgusta, es demencial.
Ayer asistimos a un atentado urdido en las sombras, planeado cuidadosamente por mentes perversas que optaron por el caos como respuesta política contra derrotas electorales del pasado reciente. Que nadie simule, voltee hacia otros lados o se diga engañado, sólo necesitan mencionar el nombre de cinco mujeres identificadas con la violencia de género en nuestra entidad, relacionadas con el movimiento nacional y al menos tres de ellas son instigadoras de la destrucción enconada de la que todo Chihuahua fue testigo. Supongo que desde ayer mismo empezaron a celebrar y seguirán celebrando su “éxito” en la intimidad de sus sórdidas guaridas.
¿Cuántas de las jovencitas embozadas y con martillo en mano saben que sirven a los más aviesos propósito de quienes tienen por heroínas? ¿Cuántas de ellas participan en los conciliábulos del complot que las condujo a la violencia extrema?. La experiencia nos dice que la mayoría no se percata de que son instrumentos dóciles en las manos de matronas manipuladoras e infames. Son ellas, las matronas cuyos nombres conocen muchos chihuahuenses, las autoras intelectuales de la destrucción. Su complot quedó expuesto con los agitadores profesionales del terror que, pagados por el movimiento nacional, trajeron a Chihuahua con el fin de garantizar el “éxito” de sus planes destructores.
Tanto los actores materiales, especialmente estos profesionales del terror, como las mentes perversas tras los hechos deben ser castigados. Chihuahua no puede ser rehén de sus vilezas y menos si en ellas subyacen apetitos de venganzas políticas. No y mil veces no a la violencia urdida en el clandestinaje; Sí y mil veces sí a las legitimas luchas por la dignidad de la mujer.
Rompeolas
La detención de un mercenario pagado para destruir Palacio de gobierno es un buen golpe de la Fiscalía estatal. Ya lo detuvieron, ahora que le finquen cargos y sea presentado ante las autoridades competentes, debe ser juzgado conforme a las leyes, es mucho el daño que están causado a Chihuahua. Sin embargo no debe quedar ahí, faltan otros responsables materiales y sobre todo lo(a)s intelectuales, esas que azuzan desde las sombras.
……………
Que un juez federal ordenó liberar a panchito González. ¿Cuál panchito?, ¿alguna vez detuvieron y encarcelaron a tal panchito de apellido González? En el barrio de las chivas nadie supo nada, tampoco en Santo Niño ni en la Campesina. Es tan insignificante que sólo Corral, en su exceso de protagonismo vengativo, le dio importancia.
……………..
Miles de mujeres marcharon este ocho de marzo del 2024, protestando contra los abusos que sufren por su condición femenina. Un minúsculo grupo de ellas, embozadas en negro y con martillos tipo alpinista, destruyeron puertas y ventanas de Palacio, logrando colarse algunas hasta las oficinas de la planta baja, donde provocaron desmanes todavía no cuantificados. Cinco empleados de gobierno, tres hombres y una mujer, resultaron heridos en la trifulca. Las mujeres actuaron sin oposición durante seis horas en el primer cuadro de la ciudad, hasta que dejaron Palacio en llamas y se marcharon por donde llegaron. No se reportan detenidos, pero la Fiscalía prometió investigar y el secretario de seguridad se mostró satisfecho de que no hubo lesionados. Esta barbarie debe parar, no esperemos la crónica detallada dentro de 363 días, el calendario está corriendo.