*Primer informe de Maru y el síndrome “d-c”
*Contrastó su gobierno con el populismo 4t
*¿Adán regresó vía Juárez o vino la diputada
No me sorprendió el imponente escenario, cinco enormes pantallas enmarcadas por telas simulando columnas de granito, los panistas siempre han sido esplendidos con la escenografía. No me sorprendió el manejo de la gobernadora Campos, desde sus tiempos de alcaldesa se para con seguridad y soltura frente al público, habilidad mejorada con el paso de los años. No me sorprendió la asistencia de alto perfil, Maru ha sabido mantener vigentes las expectativas nacionales y, de alguna manera, había trascendido la presencia de muchos.
Lo que si me sorprendió fue el contenido del informe, lo que llaman “logros de gobierno”, el resumen de los hechos al inicio de su gobierno. Programas agropecuarios bien apoyados, soluciones en un sistema de Salud que recibió colapsado, inversión en educación, construcciones en Juárez, Delicias, apoyos en la mayoría de los municipios y desde luego los más conocidos; programa Centinela y el camino hacia “desendeudarse”, la reducción de la cuantiosa deuda heredada.
Un critico al gobierno actual reconoció, con cierta reticencia, que si de todo lo que dijo “la mitad es cierto”, su trabajo ha valido la pena en ésta primer etapa. No cuestionaré, desde luego, los datos que proporcionó la gobernadora el sábado en el Centro de Convenciones, son cifras comprobables no promesas de campaña, están documentados y auditados, por ello quedé convencido de que éste año y casi cinco meses han sido de beneficio para Chihuahua, sobre todo si recordamos las demenciales administraciones que la precedieron, la oncena trágica a la que también la gobernadora hizo referencias; una dispendiosa y corrupta, otra vengativa y de responsabilidades abandonadas.
La escasa trascendencia de “lo bueno” plantea un obligado “porqué”. ¿Porqué no hay más conocimiento del trabajo realizado en su gobierno? De botepronto pudiera decirse que los escándalos estridentes, pongamos Penal Tres de Juárez y el chueco de Cerocahui, han distraído a la Opinión Pública, como la misma gobernadora dijo en el Informe. No necesariamente es así, son casos de muy alto impacto que saturaron medios y redes, ciertamente, pero durante lapsos relativamente cortos, insuficientes para definir el rumbo de la comunicación gubernamental. Cuentan pero no definen.
La respuesta es más obvia y de alguna manera ingrata: en sus primeros meses la administración actual ha sido víctima del síndrome “D-C” -Duarte Corral-, pues el diferendo entre los dos gobernadores anteriores trascendió sus administraciones y tocó al gobierno de Maru Campos, dejándola a mitad de un pleito que no era suyo. La agenda de la presente administración quedó atrapada entre éstos políticos siniestros a los que Chihuahua parece no importarles.
Y si, entre los dos especialmente Javier Corral, quien trasladó sus apetitos de venganza contra Duarte a la gobernadora Campos, haciéndola blanco de sus vilezas. Con ese despropósito emprendió una infame campaña contra su gobierno, llegando a grados inconcebibles para alguien que alcanzó el más alto nivel de responsabilidad en una entidad, como ese de plantarse personalmente en Palacio de gobierno y grafitearlo, cual vulgar agitador que vive de la manifestación.
Sin embargo su influencia perversa está llegando a su fin, en el mismo gobierno así lo ha comprendido. Desde antes del Informe decidieron, acertadamente, dejarlo que desahogue sus frustraciones en la soledad de sus mezquindades. Sin mencionar su nombre, también la gobernadora hizo referencia a esa convicción, al recordar las investigaciones forzadas y la manipulación de la ley durante el quinquenio nefasto, explicando que ahora investigan con absoluto profesionalismo y respeto por el debido proceso, pero si encuentran responsabilidades que ameriten alguna sanción, pues ya las leyes dirán. Es lo correcto, si en la pasada administración hubo hechos que deben ser sancionados legalmente, aplique la ley a secas y se acabó.
Sin embargo y pese a los buenos resultados que compartió, lo más significativo del informe fue su mensaje político, el emotivo cierre puso a la gente de píe cuando ponderó el orden, la mano fuerte, la aplicación de las leyes por encima de la abulia de quien tomó la ley en sus manos o se niega a que le hablan de ella cuando no le conviene, “no me vengan como con que la ley es la ley”. Supongo que Adán Augusto sintió las miradas clavadas a su espalda, pues a la gobernadora no le tembló la voz para expresar con énfasis su concepto de buen gobierno, que obviamente contrasta con el populismo de la cuatroté.
Ahí Maru su mostró como una política madura, que comprende su entorno a cabalidad y tiene conciencia plena de la enorme responsabilidad que los chihuahuenses dejaron en sus manos, pues gobernar no son “cortes de listón ni sonrisas bonitas, hay que tomar decisiones y algunas de ellas difíciles”, dijo también durante el informe. Generosa la respuesta de los asistentes, aplaudieron de pie el valiente compromiso de la gobernadora. Buen informe, estoy convencido que el síndrome “D-C”, no seguirá causando más daño a la presente administración, el sábado quedó conjurado.
Rompeolas
El morbo con relación al secretario de gobernación y corcholata B, se expresó en forma de una pregunta insidiosa: ¿antes de partir a México, Adán Augusto hizo una escala en Juárez o vino la diputada a Chihuahua? No sé y francamente esa pregunta me parece irrelevante y fuera de todo sentido, ellos –secretario y diputada han fortalecido mucho su amistad en un tiempo muy corto, eso es todo. ¿O no?