*Niños escolares en la mira de puchadores
*Consecuencia canalla de abrazos, no balazos
*Alejandro, “El “Rey del Cash” juarito
*Viene Américo por el agua de Chihuahua
*Expogan, negocio de dos o tres bribones
*México, al fondo del “Estado de Derecho”
*El ministro “grinch” contra la Navidad
El presidente López Obrador explicó la crisis de drogas en secundarias muy a la suya: “Pero no hay nada que tenga que ver con drogas, eso tiene que ver, una hipótesis, es por el efecto de las redes; hipótesis eh. No me importa que los adversarios señalen de que yo estoy negando que existen esos problemas y que la culpa se la estoy echando a las redes. Son fenómenos de comunicación”.
Así, como una especie de psicosis colectiva por fenómenos de comunicación en las redes, nuestro señor Presidente minimiza, como todo lo que sale de su libreto, el hecho de que en varias escuelas secundarias del país se han presentado episodios de intoxicación por causas asociadas a drogas. No pasa nada, ni armen escándalo donde no lo hay, son los adversarios envenenando las redes malditas. La irresponsabilidad no tiene límite.
Con todo y la explicación presidencial, tenemos que la sicosis viajó en cuestión de horas desde el sureste del país hasta Chihuahua, pues en la secundaria Federal Uno de ésta capital reportaron intoxicación de por lo menos una treintena de niños, por haber consumido productos con marihuana. Datos que obviamente al señor Presidente lo tienen sin cuidado, él ya resolvió que son alarmas infundadas.
A diferencia del señor Presidente, lo que padres y maestros están viendo es motivo de la mayor preocupación social; los puchadores intentan inducir a los niños en las drogas, teniéndoles como futuros consumidores que engorden sus multimillonarios e ilegales negocios. Las drogas siempre han rondado las escuelas, pero nunca se habían visto intoxicaciones masivas por causa del consumo.
También a diferencia del Presidente, padres y maestros concluyen con tristeza e impotencia que la osadía de llevar la droga hasta el interior de los salones masivamente, tiene que ver con la impunidad con que actúan los barones del mal sintiéndose seguros y hasta cobijados en la demencial estrategia de los “abrazos y no balazos”. Pero, vamos muy bien, sigue bateando por arriba de 300 en todas las encuestas.
Las autoridades estatales deben ver el problema con la mayor seriedad, sin ponerse creativos o académicos como Parga, subsecretario de educación básica, diciendo que harán “análisis contextuales” ¿Análisis contextuales? ¿Y eso qué?. Actúen con celeridad y pertinencia antes de que las tienditas escolares sean tomadas por los puchadores.
Rompeolas
Medios de la frontera, confirmados por nuestras fuentes juaritas, reportan que la familia Pérez Cuellar, entre los que debemos contar hermanos, hermanas, cuñados, cuñadas, sobrinos, sobrinas, suegros y suegras, se sirven a lo grande de los recursos municipales disponiendo con cargo al erario de vehículos, choferes, custodios, asistentes. Es más, hasta el perico recibe asistencia personalizada, pues ya le llevan pepitas de El Paso y lo atienden veterinarios güeros. ¿Tanto así? Parece que sí, que la familia de Cruz le está saliendo muy, pero muy cara a los juarenses. Pero eso no es lo peor, al hermano preferido, Alejandro, le apodan “El Rey del Cash”, por que no deja pasar compra, obra pública o servicio del municipio sin que le lleven su respectivo porcentaje –del diez al veinte por ciento, según el sapo-, desde luego en efectivo, como aprendieron del tlatoani. Sienten que Loera los saca a patadas de la alcaldía y no quieren dejarle ni las alfombras.
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Me comentaron la cadena de intermediarios en la venta de cerveza y alcohol en Expogan y la encontré increíble. La agencia vende a un particular, éste particular vende a la Unión Ganadera, la Unión Ganadera a las cantinas de la Exposición y las cantinas al consumidor final. Cuatro intermediarios para que un chihuahuenses que asiste a la Feria pueda disfrutar una cerveza o un vaso de bebida preparada. Por eso los precios están sobre las nubes; 50 pesos la cerveza y doscientos las bebidas preparadas, según reportes de asistentes que se sintieron robados. La Feria Ganadera se ha convertido en un gigantesco negocio de dos o tres bribones y no se diga el Palenque, donde los precios se doblan. Aquellos que tengan duda pregunten a Julión y si por estar ocupado en otros palenques no puede dar razón, su hermano también tiene conocimiento del caso. Ahora si como dice el clásico; sean marranos pero no trompudos.
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Todavía no acaba de sentarse en la silla y Américo Villarreal, recién electo gobernador de Tamaulipas, ya está pensando en venir a Chihuahua por agua. Sólo por ser de Morena supone que tiene derecho a trasvasar el agua de las presas chihuahuenses a las de tamaulipecas. Agricultores y autoridades de la entidad deben tomar en serio las insinuaciones de funcionarios tamaulipecos del agua, pues como está el acoso del gobierno federal a la entidad nada extrañaría que el día menos pensado Conagua intente abrir las presas y cumplir los caprichos del cuestionado gobernador. Podrían vaciar todas las presas y no estarían conformes, no superar que los hayan sacado de la Boquilla. La mera sugerencia es inadmisible, despierta nuevas alarmas de conflicto.
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Las estupideces de la 4T son contagiosas, ahora tenemos al ministro de la Corte, Luis González Alcantara Carrancá, pretendiendo prohibir los nacimientos navideños en público, una de las más lindas y familiares tradiciones mexicanas. Después de siglos, al descocado ministro se le ocurrió que pueden ser ofensivos a otras religiones y en consecuencia, muy sensible a las exigencias sociales, se solidariza con supuesto demandante anónimo. Si ahora quieren prohibir los nacimientos, mañana querrán girar instrucciones para decorar los arbolitos, ordenando que sean coronados con los símbolos universales del socialismo o la caricatura del líder amadísimo, en vez de ponerle estrellas. En esas están los ministros de la Corte, mientras el país ocupa los peores lugares en Estado de Derecho. El último reporte al respecto sitúa a México apenas por debajo de Venezuela, Nicaragua, Haití, Afganistán. Hay que joderse.
