Caso Magistrado Jorge Ramírez… fracaso político del gobernador. Omar Bazán… una cuña incómoda para Javier Corral.
Sin duda, el caso del pretendido desafuero del magistrado Jorge Abraham Ramírez Alvídrez, bajo la supuesta acusación de enriquecimiento inexplicable promovida en su contra por la Fiscalía General del Estado, ha cobrado tintes políticos más allá de la veracidad o falsedad de los argumentos jurídicos bajo los que se intenta imputar tal responsabilidad al también ex diputado priista. No podría ser otra la conclusión, pues durante la actual administración el gobernador Javier Corral ha ejercido -con razón o sin ella-, una obsesiva persecución de ex funcionarios y personajes que de una u otra manera estuvieron vinculados al gobierno que lo antecedió. Esto es evidente y por lo mismo innegable; a estas alturas del quinquenio corralista nadie duda del matiz político-electoral que se asoma en todas las acciones que –se insiste, independientemente de hallarse o no justificadas- Javier Corral ha desplegado, tanto contra su antecesor el hoy ex gobernador César Duarte, como contra otros actores y protagonistas que tuvieron relevancia durante del duartismo.
El resultado de la votación emitida por la Comisión Jurisdiccional del Congreso del Estado, el 21 de febrero de 2020, contra el pretendido dictamen de desafuero del magistrado Ramírez, parece constituir lo que será un rotundo fracaso del plan urdido –con innegables fines político-electorales- desde el Poder Ejecutivo para menoscabar la fama personal del funcionario judicial y la imagen institucional del partido al cual ha pertenecido. La razón de tal fracaso es la inexistencia de pruebas y elementos para inculpar, desaforar y procesar a Ramírez. Así lo demuestra el hecho de que entre los cinco votos emitidos por dicha comisión el único a favor del proyecto de dictamen que pretendía retirar el fuero al magistrado haya sido el de la presidenta de ese cuerpo colegiado, la diputada Georgina Bujanda (PAN), quien -junto con Corral- fue puesta en evidencia por el voto en contra que emitieron los demás legisladores de la Comisión: René Frías (PANAL) –Presidente del Congreso-, Rosa Isela Gaytán (PRI), Misael Máynez (PES) y Rocío Sarmiento (MC).
Pese a lo dicho por algunos al inicio de la gestión de Omar Bazán al frente de la dirigencia estatal del PRI, la postura del líder tricolor desdice a quienes lo veían entregado a los designios del titular del Poder Ejecutivo, Javier Corral. Durante los últimos dos años Omar Bazán se ha convertido en un férreo vigilante del desempeño de Corral, así como en uno de sus más severos críticos a la hora de censurar los yerros cometidos por el mandatario en turno y por la administración que éste encabeza.
Más allá de las lógicas diferencias partidistas que puedan existir entre el priismo que lidera el también diputado Bazán, y el panismo -realmente representado en el Estado por Corral en virtud de su investidura como mandatario-, los señalamientos que el legislador priista ha venido haciendo respecto a la actuación del gobernante panista son congruentes con la percepción generalizada de la sociedad así como con la opinión divulgada por ciertos sectores, en torno al desempeño del gobierno corralista. Bazán ha puesto en varias ocasiones el dedo en la llaga al expresar públicamente su desacuerdo con las decisiones, resultados, actitudes y maneras de ejercer el poder que han caracterizado al mandato de Corral.
El presidente tricolor no solo ha hablado fuerte sobre temas como los nulos o escasos resultados los rubros de: austeridad y orden en el manejo de las finanzas, seguridad pública, infraestructura y obra pública, y servicios de salud, sino que también ha instado al gobernador a que “se ponga a trabajar” y “se dedique a gobernar”, cuestionado además sus reiteradas ausencias del estado, así como las veleidades y arrebatos que lo caracterizan, e incluso recientemente presentó ante el Congreso del Estado una contrapropuesta de Ley de Transporte, diversa a la iniciativa formulada días antes por Corral, ya que en opinión del representante popular priista la propuesta del mandatario viola los derechos de los concesionarios del servicio de transporte urbano.
Dicen que “para que la cuña apriete debe ser del mismo palo”. Corral, quien en sus tiempos de tribuno fue un mordaz crítico de los gobernantes antagónicos a su partido, hoy tiene en la figura del legislador Omar Bazán a uno de sus principales detractores, quien se ha convertido en su cuña más incómoda precisamente porque –en cuanto a discernimiento y habilidad política- está hecho del mismo palo.