arcelo González Tachiquín… su pecho no es bodega.
Marcelo González Tachiquín ha hablado nuevamente. Sus recientes expresiones públicas han sido en la misma tesitura de las que vertió recientemente, es decir, revelan el desaseo existente en los procesos penales que se han instaurado en su contra con motivo de las acusaciones que le imputa el Gobierno del Estado. Son, más que simples irregularidades procesales, flagrantes e intencionadas violaciones a los derechos humanos de González las que se han cometido en su perjuicio, como lo confirma la sentencia del amparo que le concedió la justicia federal ordenando que enfrente en libertad uno de los procesos que se siguen en su contra.
No obstante el triunfo jurídico obtenido por González Tachiquín en virtud de que le asisten la justicia y la razón, para poder salir de prisión tendrá que obtener otros dos amparos por las otras dos causas penales que sigue en contra suya la administración actual, por indicaciones del gobernador Javier Corral. Hastiado de la injusticia a la que ha sido sometido durante más de un año de indebido encierro en prisión, en esta nueva declaración Marcelo González ha pedido a Corral que cese su hostilidad hacia él –y por añadidura hacia sus dos menores hijos de 4 y 7 años de edad, quienes durante los 13 meses de cárcel sufridos por su padre se han visto privados de convivir con este de manera normal, con las perjudiciales consecuencias psíquicas, emocionales y afectivas que para los menores ello implica-, y a cambio le ha ofrecido no entablar en su contra acusación o denuncia alguna.
Aplicando la vieja frase que afirma: “Mi pecho no es bodega, para que me guarde todo”, Marcelo González decidió volver a hablar fuerte y en público, como lo ha venido haciendo en los últimos meses. Aunque se desconoce cual vaya a ser la respuesta del mandatario, parece obvio que su postura respecto a González –así como en relación a los demás ex funcionarios que han sido víctimas de anomalías legales y tratos similares por parte de la administración actual- será la misma y única que hasta ahora ha mostrado. Sin embargo, lo cierto es que tanto en el ámbito de la abogacía como en los medios de comunicación, e incluso al interior del mismo Tribunal Superior de Justicia, son más que un secreto a voces los atropellos y arbitrariedades que en ese poder se han venido cometiendo durante el presente quinquenio, a la sombra de la iniciativa denominada “Expedientes X”, el cual parece ser más un proyecto de carácter político-electorero que una acción basada en los cánones del recto proceder y la justicia.