Una reflexión personal.
Me avergüenza confesarlo pero ahí va: estoy contento. No, permítanme decirlo más claro y de modo más contundente: estoy muy requetecontento.
A esta edad, que supera con holgura el medio siglo, jamás pensé que llegaría a pensarlo, a decirlo, a escribirlo y, mucho menos a publicarlo, pero sí, sí, sí, ¡sí!, ¡qué bueno que en Coahuila e Hidalgo ganó el PRI!
Me explico: no es que un criminal como Moreira sea fácil de olvidar ni que se puedan perdonar los excesos del pasado, no. Definitivamente no. Es solo que la alternativa, a casi dos años se puede afirmar de manera rotunda, ha demostrado que es pior. O mejor dicho, el júbilo (por eso es amargo) no es por el triunfo del PRI, es por la derrota de MORENA y toda la porquería que entraña, con el Presidente a la cabeza (a la cabeza, no en la cabeza… … … bueno, también).
Como sea, Coahuila e Hidalgo deben estar presentes en nuestra memoria por dos razones:
La primera, y la más importante, es entender que a MORENA se le puede vencer. Así es, con todo y las estrategias clientelares que buscan hacer crecer masiva y artificialmente el número de sus votantes, Coahuila e Hidalgo son la prueba fehaciente de que MORENA no es invencible. Esa lección debe estar presente en nuestro ánimo.
Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, ocurrieron porque la ciudadanía no se movilizó a tiempo. En México sí lo estamos haciendo (FRENAA es un claro ejemplo). Somos millones de mexicanos que no queremos que la Cámara de Diputados continúe en manos de unos salvajes, ignorantes o imbéciles. Diputadetes que tienen de representantes populares lo que AMLO tiene de guapo.
Por eso, la responsabilidad ciudadana más grande en el 2021 es SALIR A VOTAR. Votar en contra de MORENA es un voto por México, es un voto por la libertad, por la dignidad, por la democracia y el Estado de derecho. Y desde ahorita, amable lector, gentil lectora, se lo digo: USE su voto; no vote a lo baboso; no se le ocurra votar por esos partiduchos satélites del Mesías tropical (entiéndase: Redes Sociales Progresistas (RSP), cuyo Presidente es Fernando González, yerno de Elba Esther; Fuerza Social por México (FSM), propiedad del Senador morenista y líder “charro” Pedro Haces Barba; y Encuentro Solidario (PES), que nace del desaparecido PES, vinculado a los grupos religiosos evangélicos). Vote por quien verdaderamente pueda vencer; ya vimos lo que ocurre cuando se pone uno creativo.
La segunda, y no menos importante, es observar el comportamiento de MORENA; la negativa tajante a admitir su derrota y su sed por destruir las instituciones que no les den la razón. El modito lo estamos viendo desde ya: están dispuestos a hacer lo que sea con tal de ganar de cualquier modo. Lo peor de su genética priísta, lo más vil, lo más sucio, lo más corrupto, se manifiesta a flor de piel. Quien piense que con esos animales se puede dialogar se equivoca. La política morenista y la de su líder es la de “tierra quemada”, la de “todo o nada”. Es un “Estar conmigo o estar contra mí”. Con todas sus letras se lo dijo a Jaime Cárdenas el Presidente con motivo de su renuncia: está necesitado de lealtad ciega.
Ciega, sorda, muda, estúpida y abyecta, dicho en pocas palabras. Ni más ni menos. Por eso, no es qué bueno que ganó el PRI… ah, pero qué bueno, que requetebueno, ¡que perdió MORENA!
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Luis Villegas Montes.
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