-Crece el enojo contra mi General Fernández
-Con peligro y Miguel Riggs salte del barco
-Viene enviado de AMLO a dar un apretón
Pifia tras pifia, la Fiscalía del Estado ha dado muestras de la poca seriedad en sus investigaciones principalmente en aquellos casos en los que por sus características recibe la instrucción desde Palacio de apagar la lumbre de inmediato.
Uno de estos casos fue el asesinato en julio del 2017 del esposo de Abril Padilla, quien un año antes había sido postulada como candidata del Partido Movimiento Ciudadano a la presidencia Municipal de Chihuahua.
En esa ocasión el Fiscal César Peniche recibió la instrucción del gobernador Corral de actuar de inmediato, esclarecer el crimen y dar con los responsables.
Así que antes de que cantara el gallo los niños de Peniche presentaron cuatro detenidos: dos custodios de un camión de valores y dos asaltantes involucrados en el crimen.
Pero ¿eran realmente responsable o sólo chivos expiatorios para atender la orden del gobernador? La respuesta es simple.
Hace apenas unos días un Tribunal Colegiado Oral declaró inocente al custodio Erik Cruz Perea, quien pasó casi tres años en la cárcel por un crimen que no cometió y con su salida al día de hoy no queda en prisión ninguno de los que fueron detenidos.
Hoy, el asesinato del esposo de la excandidata está como el primer día: sin responsables.
El otro custodio, Pedro Chavira, fue absuelto a principios del mes de abril porque la Fiscalía no presentó elementos para incriminarlo, y los dos asaltantes, que sólo fueron juzgados por tentativa de robo y tentativa de homicidio, ya purgaron su condena.
Cuántos casos habrá de esos…Por puños.
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En las filas de la Vialidad hay una creciente inconformidad entre los elementos por el manejo que el General, Ricardo Fernández Acosta, está realizando al interior de la corporación y que, aseguran, sólo obedece a caprichos y revanchas.
Acusan que el militar no conoce ni la o por lo redondo del grave tema depositado en sus manos pero quien tiene la osadía de llevarle la contraria sufre el peso de su mano.
El más reciente movimiento cimbró a los agentes. El generalazo despidió a quien hacía las veces como delegado, Gabriel Hernández Borja, y todo el personal que operaba bajo su mandato fue removido de sus cargos.
El comisario Borja, como le llamaban, había demostrado eficiencia en su desempeño, principalmente en materia de operativos pero cometió el error fatal de ponerse a las patadas con el General cada vez que recibía una instrucción que consideraba carente de sentido.
De tal manera que su cabeza rodó esta semana, y de ahí otras más han estado cayendo.
El General es de mano firme pero también –dicen– de oídos blandos, ya que está bajo el influjo de dos comandantes de Vialidad, uno de apellido Balbuena, y otro de nombre Ulises, quienes hacen sus funciones de escoltas.
Dicen que ambos ejercen sobre el militar una fuerte influencia y son ellos la mano que mece la cuna.
¿Pues qué esperaban de un militar metido a policía civil?
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En sólo nueve días de campaña las aspiraciones de Miguel Riggs por la Presidencia Municipal de Chihuahua van en picada, al tiempo que crecen las burlas por sus desatinadas acciones y propuestas. Está un poco loquito, igual que su patrón y padrino Corral.
Los resultados más recientes de la encuestadora Massive Caller sitúan al hoy candidato de Movimiento Ciudadano en el cuarto lugar entre las preferencias de los electores, por debajo del abanderado del PRI Sergio Carrillo, quien dicho sea de paso, poco tiempo ha dedicado a gastar la suela del zapato y aún le supera por dos puntos.
Al interior del PAN, que por años fuera su partido, Miguel Riggs es la comidilla de todos los días y dan gracias de que el junior extra fresa haya saltado a otro barco, considerando que en el 2013 pagaron caro el error de postularlo a la alcaldía.
Riggs poco abona y su cercanía empieza también a causar un impacto indeseado en la campaña de “El Caballo” Lozoya, a quien no le queda más opción que respaldarlo para mantener su presencia en la capital, pero que –aseguran– ya ha pedido al interior de Movimiento Ciudadano, mantenerlo lo más lejitos que se pueda.
Muchos apuestan incluso entre los naranjas que Riggs no llegará al día de la elección. Abandonará también ese barco.
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Por cierto que dentro del Partido Acción Nacional (PAN) son muchos los que ven con malos ojos la incorporación de Alan Falomir, quien ha intentado mostrarse ante la opinión pública más devoto de Maru Campos que de la Virgen de Guadalupe.
El Cabrito, tras el derrumbe de sus aspiraciones en el Movimiento Ciudadano y su adhesión al PAN, se ha dado a la tarea de estar presente en todos los eventos posibles al lado de la candidata, y toca y toca puertas promoviendo el voto a favor de los candidatos del PAN.
Empero, su sinceridad está en tela de juicio. Ha traicionado dos veces, qué más da una tercera.
Aceptó porque en tiempos de sumar toda ayuda es bienvenida, pero son muchos los que han trabajado desde el inicio codo a codo con el proyecto del PAN a la gubernatura y están decididos a no cederle espacio.
Además, cuentan que el Cabrito ya se ve y se ostenta como un futuro miembro de gabinete del Estado, y a su paso en la promoción del voto va haciendo promesas que desde ese nivel jamás cumplirá.
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El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, confirmó ayer su visita a Chihuahua este lunes 10 de mayo. Viene en calidad tácita de enviado del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, y no precisamente a desear un feliz día a las madrecitas, sino a dar un apretón de tuercas a las campañas.
La agenda preliminar marca un encuentro con los candidatos de Morena de la zona centro y una rueda de prensa que seguramente será en el austero Sheraton de la capital al filo del mediodía. Eso si hoy no son convocados todos los abanderados del estado.
La visita es para evaluar las campañas de los aspirantes y darles unas palabras de aliento a fin de que no cedan en la búsqueda del voto, porque los calorones de la entidad, que ya se sienten incluso a la sombra, comienzan a hacer mella en los candidatos y sus brigadas.
También vendrá a pedirles que no caigan en exceso de confianza a pesar de que hay municipios y distritos en los que Morena muestra un crecimiento inesperado.
Pero lo más importante, de lo que se habló ayer que corrió el dato de su visita en las campañas de Juan Carlos Loera, Marco Quezada y Cruz Pérez Cuéllar, es que Delgado Carrillo trae un mensaje directo del que despacha en Palacio Nacional.
Palabras más, palabras menos, vendrá a señalarles a los candidatos que el triunfo de Morena en Chihuahua representa la joya de la corona para el gobierno federal.
Perdido como está Nuevo León para los morenistas por el triste papel de Clara Luz Torres, es Chihuahua – además por otras razones muy obvias- una plaza que cobra relevancia especial.
Aunque es una entidad pequeña, electoralmente hablando, representaría la penetración que espera López Obrador de su 4T en el norte del país, donde enfrenta las mayores resistencias.
Con ese mensaje arribará el dirigente morenista, por cierto algo raspado con la tragedia del metro en la Ciudad de México.
Un deslinde de Corral, el gobernador peor evaluado de los 32 del país, puede ser de ayuda para el presidente Morena y sus retoños en Chihuahua.