Entrevista. La película del director mexicano Andrés Kaiser, que llegará el próximo a la Cineteca Nacional, es un thriller de horror que deja atrás cualquier lugar común
Oaxaca 1986. El sacerdote Juan Felipe de Jesús documenta en docenas de videocassettes el duro proceso para reincorporar a tres niños salvajes a la sociedad. Sus buenas intenciones son interrumpidas por un trágico incendio que marca el destino de Juan Felipe y de los tres pequeños. Hoy en día, varias incógnitas rodean el caso, y los pobladores que vivieron el suceso guardan un misterioso silencio.
Feral presenta una apuesta hacia el horror saliéndose de los lugares comunes del género, incorporando elementos narrativos que muy pocas veces se han explorado y que cuando se disponen sobre la pantalla funcionan de manera afortunada. Por un lado, la tradición católica impresa en el personaje principal y su conexión con el psicoanálisis, así como también, los niños ferales, criaturas que presentan una ausencia total de “conciencia humana civilizada” y que entran a escena para aportar el factor de lo desconocido y el núcleo ominoso dentro de la trama.
“Feral es un proyecto que surge en 2012 y se materializa en 2014 cuando nos dan el fondo de Tribeca, creo que la idea tiene que ver de alguna manera cuando pienso en el personaje de Juan Felipe, estaba tomando un taller con Vicente Leñero en sus últimos años de vida, él justamente cuando estaba escribiendo su primera novela fue al monasterio de Cuernavaca, pudo presenciar de primera mano lo que ahí sucedía con el psicoanálisis”, expresó Andrés Kaiser, director de Feral, en entrevista con Crónica Escenario.
“Ahí es donde yo tomo el caso y uso el ejemplo de uno de los sacerdotes: ¿Qué pasaría si a uno le creamos una historia donde se va como ermitaño a la montaña y se encuentra con el horror? Pero ¿Qué clase de horror? Por supuesto no sobrenatural, un horror humano representado por los niños salvajes que, dicho sea de paso, es otro tema brutalmente interesante por el que yo en ese momento estaba emocionado”, dijo.
“Trate de mezclar esas dos ideas, una historia que estuviera atravesada por los horrores humanos y culturales, en este caso la religión, las ideas que intentamos de imponer al otro, a través de esta herencia de imposición y la base de creencias que puede desencadenar a los monstruos que traemos adentro”, agregó.