Siempre supo que quería dedicarse a la música, por lo que desde los 5 años toma clases de canto y composición
Mauricio Angel/ Agencia Reforma
CDMX.- Como parte de su búsqueda de identidad artística, Mía, primogénita de Erik Rubín y Andrea Legarreta, ha optado por no usar los apellidos de sus padres.
Al final, ya tiene otro título distintivo: ser la primera mexicana firmada por Rimas, misma disquera que publica a Bad Bunny, y la segunda mujer del sello.
En una posada organizada por su publirrelacionista en 2022, ésta le insistió para que cantara, alguien la grabó y el video llegó a uno de los fundadores de Rimas, quien invitó a la joven a que le presentara su música.
Aquello permitió que casi un año después, la adolescente, de 18 años, se sume al catálogo que incluye exponentes urbanos como el “Conejo Malo”, Arcángel y Eladio Carrión.
“Aunque la disquera no se enfoca en el género donde me estoy posicionando, confiaron en mí y en mi proyecto. Ver que les haya encantado y que creyeran en mí desde un principio fue prueba suficiente para decidir que era con ellos.
“Hay personas de la edad de mi papá que podrían decir ‘¡qué horror!’, por las letras de Bad Bunny, pero él, que lleva años en la industria, siempre está diciendo que ese chavo tiene visión, lo logra, lo logra y lo logra. Siento que todo se alineó”, dijo la cantante, en entrevista.
Mía siempre supo que quería dedicarse a la música, por lo que desde los 5 años toma clases de canto y composición, y aprendió a tocar el piano, lo cual le ha permitido escribir sus propias canciones, como el sencillo que estrenó hace unos días, “Diablo”.
Si bien Rimas tiene fichados a representantes de la música urbana en el ámbito mundial, Mía resaltó que tener un bolero como su primer lanzamiento con el sello muestra el camino que quiere seguir.
“Hace tres años que hice ‘Diablo’, desde que empezamos a crearla supe que quería hacer boleros con un toque contemporáneo.
“Por el momento nosotros habíamos trabajado de manera independiente, y después les enseñamos las canciones por las que nos firmaron, pero pronto van a abrir un estudio en la Ciudad de México y ahí voy a grabar mis canciones, eso me tiene súper emocionada”, agregó.
En todos sus temas Mía figurará como coautora. Compuso su primer sencillo con su padre, su productor y un guitarrista, y habla de un amor tóxico del cual no puede escapar, pero que está inspirado en el libro “Satán, la Autobiografía”, de Yehuda Berg, el cual habla del ego de cada persona como su propio demonio.
Pese a su juventud, Mía considera que la experiencia que ha cosechado es lo que le otorgó mayores aprendizajes. Recuerda con cariño el concierto Raíces, que ofreció en línea con su padre, en 2020; el disco homónimo que vino después y cómo eso la llevó a dar su primer show presencial.
“La primera vez que canté en vivo fue un concierto privado en una boda en Los Cabos. Estaba haciendo un calor impresionante y mi papá terminó empapado, había polillas que se metían en la playera de mi baterista, cuando las pisábamos estaba súper resbaloso. Fue un buen reto”, recordó.
Formar parte del mismo sello musical que el “Conejo Malo” la emociona, y aunque sabe que eso podría aumentar sus oportunidades de colaborar con él en alguna grabación, considera que el camino para ello es crecer como artista y estar enfocada en su propia música.