La Procuraduría dio a conocer las marcas que sí cumplen con sus normas, así como las engañan al consumidor y no son la mejor opción
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En el mercado hay diferentes marcas de pan, así como tipos, pero no todos cumplen con las características que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) pide como mínimo para considerarlo un buen producto. Hay unos pocos que obtuvieron el visto bueno por parte de las autoridades para su consumo, aquí te decimos cuál fue el mejor de ellos y se encuentran en panaderías.
La Profeco analizó 46 marcas de pan de caja para encontrar cuáles son las presentaciones que cumplen con todos los requisitos para ser considerados buenos productos, que son elementos como su contenido y etiquetado. Algunos de ellos fueron panes integrales, de masa madre o de grano y, pese a que aseguran ser saludables y de excelente calidad, no pasaron las pruebas.
Entre los que recibieron una mejor calificación -o no tuvieron “tache” en ningún aspecto-, sólo se encuentran dos marcas: Bimbo y Esperanza. Lo único que lo que hace la diferencia entre ambas es que cada una tiene una presentación con mejores características que la otra.
El pan Esperanza Centeno es el que resultó ser uno de los mejores, no sólo porque su etiquetado es casi completamente verídico, sin porque cumple con calidad sanitaria, tiene pocos azúcares, sodio, proteína y grasa, además que el resto de su contenido es lo que promete.
El único rubro en el que falló es que la cantidad de azúcares que menciona en la información que proporciona al consumidor no es real.
Bimbo Cero Cero, sin embargo, además de que no se encuentra en panaderías, no proporciona información verídica en dos líneas de su contenido, que son los azúcares totales y la proteína. Mientras que en azúcares dice que contiene 1.5 g y en realidad son 5.7 g, en la proteína tiene 12.4 g cuando declaró 15 g.
Aunado a esto, el pan Esperanza Centeno también se llevó una palomita por ser de 640 g y tener un precio de 37 pesos mexicanos, mientras que el Bimbo tiene la mitad de producto, es de 305 g, y cuesta casi lo mismo que el otro, 38 pesos mexicanos.
En general, todos los panes de caja estudiados no cumplieron con alguna normativa de etiquetado, pero fueron estos dos los únicos que no recibieron más de dos taches por parte de la Profeco.
¿Cuáles son los peores panes, según la Profeco?
Por otro lado, en cuanto a los panes que menos cumplieron con las normas de etiquetado o que no contienen lo que prometen al consumidor, se encuentran marcas como: Lecaroz, en su presentación de pan blanco; Pan Europeo Artesanal en su presentación de salvado; Canadian Bageles, de extra fibra y Filler, de siete granos.
La mayoría no declaró su contenido real, ya sea porque tienen más azúcares o grasas de las que indican, o porque mintieron asegurando que contenían ingredientes como avena y soya, pero en realidad no cuentan con ellos.
En casos específicos, como con Filler, no indicó su país de origen.