Gracias a un programa de radio infantil que se transmitía cada sábado en Inglaterra, en la década de los 50, Eric Clapton descubrió el blues
CDMX.- Gracias a un programa de radio infantil que se transmitía cada sábado en Inglaterra, en la década de los 50, Eric Clapton descubrió el blues.
Ahí escuchó por primera vez una canción de ese género, según contó, tiempo después, para NPR quien sería encumbrado como un dios de la guitarra.
El sonido del blues anidó en su alma a tal grado que Clapton, quien hoy llega a los 80 años, forjó un estilo propio, reflejado en su apodo, “Slowhand” (Mano Lenta), y en clásicos como “Tears in Heaven”.Los fríos números dicen que para la revista Rolling Stone él es el número 35 entre los 250 mejores guitarristas de todos los tiempos y que ha cosechado 18 Grammy.
Además, es realmente único: sí, el único artista del mundo que ha logrado tres ingresos al Salón de la Fama del Rock: como integrante de The Yardbirds, con Cream y como solista.
“El blues es a lo que he recurrido, lo que me ha dado inspiración y alivio en todas las pruebas de mi vida”, dijo a la BBC, con la conciencia de que su camino ha estado lleno de dificultades, principalmente por sus tempranas adicciones.Clapton nació en Ripley, Inglaterra, el 30 de marzo de 1945. Su madre tenía 16 años y se había embarazado de un soldado canadiense que combatía en la Segunda Guerra Mundial, por lo que los abandonó. Fueron sus abuelos quienes lo criaron.
Creció con un sentimiento de no pertenencia, pero fue sanado por el blues, con el que se obsesionó por exponentes como Chuck Berry y Bo Diddley. Su música lo llevó a formarse como autodidacta desde que recibió su primera guitarra, el regalo por su cumpleaños 13.En 1963, a sus 17, Clapton se unió a su primera banda, The Roosters, que se disolvió en meses, pero no tardó en ser reclutado por The Yardbirds, con quienes grabó sus primeros discos. Por ahí pasaron otras dos futuras leyendas: Jeff Beck y Jimmy Page.Pese al éxito del grupo, decidió abandonarlo cuando consideró que se orientaba a un sonido más comercial, y en 1965 se integró a John Mayall & The Bluesbreakers, donde brilló de tal manera que un fan escribió en una estación del metro: “Clapton es Dios”. Ese sobrenombre fue toda una marca.A partir de entonces encabezó sus propios proyectos, como su banda Cream, con Jack Bruce y Ginger Baker, que lo consolidó como figura mundial en tiempos de The Beatles, Rolling Stones y Jimi Hendrix; los egos acabarían con el trío en un par de años.
En 1970 debutó en solitario con un disco homónimo, pero ese mismo año formaría otra banda que fue efímera: Derek and the Dominos, famosa por la mítica “Layla”, parte de un disco inspirado en su obsesión por la esposa de George Harrison, Pattie Boyd.Boyd conoció al Beatle en 1964 y se casaron dos años después. Uno de los invitados frecuentes al hogar del matrimonio era Clapton, quien fue correspondido por ella cuando la unión se derrumbaba.Con la bendición de Harrison, Clapton y Boyd se casarían en 1979, pero las infidelidades y adicciones del músico sepultaron la relación, mientras el reconocimiento artístico iba en ascenso.A los 15 años había probado Clapton las drogas, y su carrera se disparó a la par que su adicción a la heroína. Además, en 1969, con 24 años, bebía dos botellas de vodka al día. Eso no le impidió ganar fama y prestigio con canciones como “I Feel Free”, “Wonderful Tonight” o sus covers a “I Shot the Sheriff” y “Cocaine”, por citar unas pocas.
Con gran dolor e inspiración
Una de sus canciones más memorables fue producto de un inmenso dolor. De una pérdida. Escribió “Tears in Heaven” tras haber vivido la muerte de su hijo Conor, de 4 años, al caerse de un rascacielos en Nueva York.
En 1985, tres años después de haber salido de rehabilitación, Clapton dejó a su mujer, Pattie, para comenzar una relación con la actriz italiana Lory del Santo, con quien había hablado de tener un bebé.Él quiso terminar con Lory, pero ella le reveló que estaba embarazada, según narró el guitarrista en su libro “Eric Clapton: La Autobiografía”.Decidió volver con Pattie, pero su relación estaba hundida, y eso orilló al artista a abusar de nuevo de alcohol y cocaína, incluso trató de suicidarse al ingerir válium en exceso. Sobrevivió, como tantas veces, algo que ni él se explica.El nacimiento de Conor, en 1986, le dio fuerzas para volver a rehabilitarse y tratar de estar presente en la vida de su pequeño, ante el que nunca bebía. Así, se internó de nuevo para recuperar la sobriedad.”No soportaba estar cerca de él así. No soportaba la idea de que, al tener suficiente conciencia como para formarse una imagen de mí, fuera la imagen del hombre que era entonces. Tuve que romper la cadena y darle lo que nunca tuve realmente: un padre”, contó en sus memorias.
En 1991, Clapton y Lory decidieron pasar unos días en Nueva York, pero en residencias distintas. Ella se alojó en el departamento de una amiga. Un día, el conserje se encargó de limpiar las ventanas, mientras Conor jugaba con su niñera. La fatalidad llevó al niño a correr directo a un ventanal abierto y caer 49 pisos. Clapton no estuvo ahí.El músico recibió cartas con el pésame del Príncipe Carlos, del clan Kennedy, de Keith Richards, pero su verdadero bálsamo fueron las reuniones de Alcohólicos Anónimos y componer, lo que daría pie a temas como “Circus”, sobre su última noche con Conor, en el circo, y “My Father’s Eyes”.”Mi guitarra fue, como siempre, mi salvación. Durante los dos o tres meses siguientes, en Inglaterra y Antigua, estuve solo, yendo a reuniones y tocando la guitarra. Al principio solo tocaba, sin ningún objetivo. Luego empezaron a surgir canciones. La más poderosa fue ‘Tears in Heaven’.”Musicalmente, siempre me había obsesionado ‘Many Rivers to Cross’, de Jimmy Cliff, y quería tomar prestada esa progresión de acordes, pero esencialmente escribí para plantear la pregunta que me había hecho desde que murió mi abuelo: ¿De verdad nos volveremos a encontrar?”, relató en su libro.Durante su duelo lo contactó una ex pareja, Yvonne Kelly, para ofrecerle entrar en contacto con Ruth, la hija que habían tenido en 1985 fuera de sus respectivos matrimonios. Su primogénita fue su tabla de salvación para reponerse emocionalmente.Clapton se sintió impulsado a compartir las canciones que había hecho para Conor, y consideró idónea la invitación de hacer una sesión Unplugged para MTV, que grabó en 1992.Fue el punto de partida de un nuevo Clapton, liberado y enfocado, más allá de la música, en sí mismo. Unplugged se convirtió en su álbum más vendido, con 26 millones de copias, fue número uno en Billboard y obtuvo tres Grammy, con tres estatuillas más para su versión original de “Tears in Heaven”. Tiempo después se enamoró de una joven llamada Melia McEnery, se casaron y tuvieron tres hijas. Finalmente, la estabilidad.
Ejemplar
* Lejos del escenario, Clapton ha dedicado muchos de sus esfuerzos a apoyar a clínicas de rehabilitación.* En 1994 la Reina Isabel II lo nombró Oficial de la Orden del Imperio Británico, y en 2004, Comandante.* Además de su autobiografía, también contó su vida en el documental “Eric Clapton: Life in 12 Bars”, que estrenó en el Festival de Cine de Toronto en 2017.