Proceso de selección de jurado para el juicio contra Trump se complicó porque varias personas afirmaron que no podrían ser imparciales
Agencia Reforma
Nueva York.- Después de años de investigación y semanas de retraso, el caso criminal contra Donald J. Trump fue a juicio el lunes, con cientos de ciudadanos convocados para potencialmente unirse a un jurado que decidirá el destino del primer ex Presidente estadounidense en enfrentar un proceso judicial.
Pero el ritual de seleccionar al jurado comenzó lentamente, ya que más de la mitad del primer grupo de 96 posibles jurados levantaron la mano para decir que no podrían ser imparciales con Trump, demostrando los desafíos de elegir un panel imparcial en una ciudad donde el acusado es ampliamente repudiado. El juez los excusó de inmediato.
“Simplemente no podría hacerlo”, dijo fuera de la sala una posible jurado.
Los posibles jurados, que representaban una muestra representativa de neoyorquinos de diversas edades y demografías, pasaron frente a Trump y entraron en las filas de una sala de audiencias lúgubre. Algunos estiraron el cuello para echar un vistazo al ex Mandatario. Él se volteó después de que el juez lo presentara como el acusado, y les lanzó una sonrisa apretada.
El juez Juan M. Merchan dio la bienvenida a los posibles jurados a su sala de audiencias y comenzó a describir el caso, que fue presentado por la fiscalía del distrito de Manhattan y acusó a Trump de falsificar registros para encubrir un escándalo sexual. Enfrenta 34 cargos graves y, si es declarado culpable, podría enfrentar hasta cuatro años de prisión.
Durante gran parte de la tarde del lunes, Trump estuvo encorvado sobre la mesa de la defensa mientras Merchan instruía a los posibles jurados.
Cuando el juez explicó que si el caso terminaba en una condena, él sería responsable de imponer una sentencia adecuada, Trump soltó una risa sarcástica. Se rió nuevamente cuando Merchan prometió asegurar un juicio justo, mientras Bragg observaba desde la segunda fila.
Luego comenzó el proceso complicado de seleccionar un jurado para un hombre que por primera vez en la historia de la nación será juzgado por 12 personas en una sala de audiencias antes de enfrentarse a millones más en las urnas.
El juez ha dictaminado que los jurados, que podrían enfrentar amenazas a su privacidad y seguridad, deben permanecer en el anonimato, aunque los abogados de ambas partes conocerán sus nombres y direcciones.