Ojinaga Chih.- ¿Has sentido alguna vez que tus problemas eran demasiado grandes y que no los podías resolver? ¿Te has topado con la angustia o la desesperación? ¿O tal vez con necesidad de escapar y dejar todo atrás?
La protagonista de esta historia se vio tan afectada por la situación que estaba viviendo que decidió escaparse de todo incluso prefiriendo huir hacia una muerte segura antes que seguir viviendo lo que hasta ese momento dijo ayer en su sermón dominical el Pastor Joel Moreno Ponce, de la 1ra Iglesia Bautista el Calvario.
Al analizar el texto bíblico de esta historia, podremos ver que Dios está al tanto de todo lo que nos pasa y que no sólo ve lo que nos sucede, sino que oye nuestras oraciones y está dispuesto a actuar en nuestras vidas. Veremos que lo hace con gran amor, y que llega como un salvador en el momento exacto en el cual necesitamos ser rescatados.
Moreno Ponce baso su mensaje en Génesis 16:13 y presento algunos puntos interesantes en el desarrollo de su predicación:
El Señor reveló este nombre a una mujer llamada Agar.
1. Dios ve y conoce nuestra historia Génesis 16.1-4
Dios que todo lo ve conoce la historia personal de cada uno de nosotros sabe por lo que hemos pasado y lo que estamos viviendo hoy
2.- Dios conoce y ve nuestros problemas Génesis 16:5-13
Dios sabe la situación adversa que atraviesa porque Dios todo lo ve
3.- Dios ve y conoce nuestras frustraciones Génesis 21:8-20
Tu depresión. Tu ansiedad. Tu frustración Dios la conoce nada escapa a su vista. Es “EL ROI” El Dios que me ve.
El contexto de la historia
Agar era una esclava egipcia que llegó a la vida de Abraham gracias a un error por parte del mismo, pero que con el tiempo tomó gran relevancia tanto en la vida de él como en la de su familia, y en consecuencia, los efectos de sus hechos terminaron afectando no solo a esta familia sino a todo el pueblo de Dios. Veamos:
El llamado a Abraham
Está historia comienza con un llamado por parte de Dios a Abraham. Este llamado consistía en salir de la tierra de en donde vivía, por lo que este obediente hombre de Dios escuchó su voz, y saliendo de Ur partió hacia Canaán.
Ya en la tierra prometida sucedió que a poco de llegar, hubo “hambre en toda la tierra” así que él, sin consultar con Dios, tomó la decisión de migrar hacia Egipto, lógicamente llevando consigo a su esposa y a toda la familia.