Ojinaga Chih.- El Salmo 121 habla específicamente de un camino difícil, como de un peregrinaje.
Se celebra al Señor como Aquel que es mi auxilio, el de los peregrinos en el viaje a casa o a la casa de Yahvé.
El Señor no duerme, los protege, los guarda en la cuesta y vela por la vida de cada uno, dijo ayer el Pastor Álvaro Vázquez, dúrate su mensaje de miércoles en la Iglesia El Restaurador
El salmo 121 presenta el tema de la protección de Dios, en todos los desafíos de la vida. David compuso este salmo en el desierto de Parán, poco después de enterarse de la muerte de Samuel. Cuando David comprendió que su último amigo influyente había muerto, se volvió al Señor como al único socorro que le quedaba, explico Vázquez Salazar.
Muchos interpretan estas palabras como símbolo de los dioses paganos a los que el pueblo adoraba en los montes o naciones que se podrían encontrar detrás de ellos.
Otros lo atribuyen al simple hecho de que David estaba escondido y veía en los montes tal majestuosidad que podría esperar de allí alguna ayuda.
En esos momentos de tristeza y soledad, levantó los ojos hacia las alturas del los montes de Palestina. En aquellos lugares altos, los paganos ofrecían sacrificio a sus dioses, creyendo que ese era el camino para la solución de sus problemas. Observando aquellas montañas, David escribió dicho salmo.